26/07/2021
Por: María Cristina Huaynate y Amor del Carmen Príncipe
A puertas del Bicentenario, la reflexión sobre la democracia en el Perú está altamente discutida, debido a los constantes golpes de
estado que se han vivido desde el comienzo de nuestra vida republicana como las continuas vacancias presidenciales que acontecen en la actualidad. Ante esta realidad, se genera un conflicto entre solo celebrar esta fecha sin meditar sobre los problemas que nos rodea o conmemorar realizando una reflexión de nuestra historia desde la independencia hasta la difícil coyuntura política actual. El objetivo de esta entrevista es que el invitado sostenga una reflexión crítica sobre la fragilidad de nuestra democracia, desde una perspectiva diferente a la de los ciudadanos al estar inmerso en el tema, y cómo ésta continúa siendo afectada ante las múltiples irresponsabilidades por parte del Estado peruano. Es por ello que, hemos decidido invitar al historiador José Ragas, actualmente profesor de la Universidad Católica de Chile. Es licenciado en Historia por la Pontificia Universidad Católica del Perú, magíster y doctor por la Universidad de California.
“Lo peor que podemos hacer es celebrar el Bicentenario sin pensar en los problemas que ha dejado atrás” menciona el profesor Ragas sobre la pandemia que vivimos y sus efectos dolorosos para todos los peruanos como las repercusiones que ha dejado las frecuentes crisis políticas que se reitera en cada Gobierno.
En el contexto que nos encontramos dada la crisis sanitaria acordamos una cita vía virtual en una fecha y horario libre en donde nosotras y el profesor Ragas podamos conversar sobre los últimos acontecimientos críticos de nuestro país. Mientras encendemos nuestras cámaras de los ordenadores en nuestros hogares el historiador Ragas mira nuevamente sus apuntes de las posibles preguntas que le realizaremos, una vez más, vuelve a nuestra mente: ¿En qué momento nuestras vidas cambiaron tan radicalmente? Durante la entrevista y entre risas repasamos la situación actual del país, nuestros tonos de voz cambian, en tanto analizamos los sucesos críticos que nos llevaron a ser la nación que somos.
A continuación, debido a la cercanía del Bicentenario de nuestro amado país, se le preguntó cómo ve el panorama histórico de estos 200 años de vida independiente, basándose en sus conocimientos de historiador y sus experiencias. A lo que el profesor José Ragas nos explicó en dos partes. Por un lado, afirma que el gran problema al pensar en 200 años de manera general es creer que el régimen que lo acompaña es una democracia liberal, si bien es lo primero que podemos pensar como ciudadanos, no es así; ya que al igual que muchos regímenes políticos es imperfecto. Sin embargo, a pesar de sus problemas esperamos que este régimen democrático nos acompañe por más tiempo y es la razón por la que se defiende todos los días. Por otro lado, el historiador comentó que lo asocia con una anécdota que sucedió en 1972 en la ciudad de Pekín donde el presidente n.º 37 de los Estados Unidos Richard Nixon le preguntó al primer ministro del Consejo de Estado de la República Popular China Zhou Enlai sobre su opinión de la historia de la revolución Francesa a lo que el dirigente chino respondió que era muy pronto para juzgarla a pesar de que ya había pasado más de doscientos años. Como referencia de esta anécdota el historiador Ragas señala que en el caso peruano sucede lo mismo porque la democracia del sistema liberal es muy joven para ser comparada con otros sistemas de Gobiernos; un punto importante porque aun cuando pasen cien, doscientos, trescientos y hasta cuatrocientos años de independencia el sistema que maneja el país recién está tomando forma, por lo cual, no debemos presionar ni desesperarnos, sino debemos concentrarnos en ser parte del cambio. Somos la base de la cual nuestro régimen se está moldeando, somos los inicios del cual nuestras siguientes generaciones deben continuar y disfrutar de los logros que obtenga el Perú.
Ahora, si bien vivimos en una democracia, en nuestra historia se ha observado acontecimientos resaltantes y críticos como golpes militares, autogolpes y vacancias, por el cual nos preguntamos si es posible que los peruanos tengamos capacidad de resiliencia, a lo que nuestro invitado respondió que definitivamente sí la tenemos, incluso bromeó que de lo contrario no estaríamos en esta entrevista. Además, comentó que esa capacidad la tienen nuestros padres y abuelos, ya que ellos han soportado los anteriores regímenes que fueron aún más complicados.
De igual manera, este periodo ha tenido mayor estabilidad política y económica a comparación de años anteriores. También señaló que es bueno que el joven del siglo XXI no haya pasado por la República Aristocrática a inicios del siglo XX, puesto que, nos evita sobresaltos en nuestro desarrollo de manera más tranquila, sin este tipo de problemáticas. Nosotros los jóvenes, denominada generación del bicentenario, vivimos estos nuevos problemas que nos afecta directamente y estamos luchando para que no se vulneren nuestros derechos. Esa es la idea porque si seguimos lograremos nuestro objetivo de que nuestras siguientes generaciones no pasen por lo mismo y si en caso no se logra sabremos con certeza que tendrá suficiente motivación para seguir nuestros pasos.
Sin embargo, surge un cuestionamiento a partir de lo anterior, y es que sentimos que nuestra historia siempre viene acompañada de momentos turbulentos y podemos sentir que es algún tipo de ciclo; es por ello que se preguntó si nuestra historia es cíclica o no. Por lo que, se comentó que ese es un punto importante y que a su parecer no lo es porque eso sería pensar que estamos actuando de manera automática, en otras palabras como si no aprendiéramos nada a través de las generaciones. Un claro ejemplo que lo demuestra son las manifestaciones del mes de noviembre contra el gobierno ilegítimo de Manuel Merino, con una victoria que se manifestó con la salida de la presidencia de manera automática básicamente en cinco o seis días, en el que nosotros como universitarios estuvimos bastante involucrados. Y es que, no podemos vernos como una línea progresiva, mencionó Ragas. No se puede ver un futuro en el cual todo nos ha ido muy bien y que es un camino hacia el progreso de manera ininterrumpida. No es así, así no funciona. Lo que ha pasado, es que ha habido momentos de gran inclusión, pero también esta ha sido acompañada de precariedad y de inestabilidad, es una inclusión incompleta.
En ese sentido, al historiador se le consultó si sentía que estamos en compás de espera del bicentenario luego de las marchas de noviembre del 2020 y el proceso electoral. Entonces, José Ragas comentó que realmente considera que esta fecha será más como un cumpleaños, una fecha arbitraria y que, por el contrario, esperaba que fuera como un espacio de reflexión y autocrítica como le habíamos consultado. El hecho por el que considera esto es que experimentamos otro momento histórico en el que hay un cuestionamiento abierto al centralismo limeño, pues anteriormente se visualizaba un mayor poder en la capital, pero desde diez años atrás se está dando un desplazamiento de poder político y electoral hacia el interior del país. Sin embargo, aún se puede apreciar el racismo y clasismo de nuestro país mediante los memes y más claramente con los intentos desesperados por anular votos rurales en las elecciones.
Finalmente, luego de un largo análisis y reflexión, nos preguntamos qué expectativas esperábamos sobre el bicentenario: a lo que el invitado comentó que cuando llegue el momento en el cual realmente podamos terminar con la pandemia, es que los peruanos notaremos en la situación complicada en la que nos encontramos y del cambio que necesitamos, es decir, un nuevo rumbo y que el bicentenario no nos lleve a olvidar cuáles son las agendas pendientes y empezar a sobreponernos a todas estas dificultades. Esta reflexión debe ser consciente para el bienestar de nosotros, pues, como señala el historiador, es el momento perfecto para poder meditar verdaderamente el significado de doscientos años y pensar cómo nos construiremos para los próximos.
Mientras concluimos la entrevista, nos sentimos un poco más aliviadas, escuchamos una voz después de tanto ruido de las redes sociales y los medios de comunicación. Esperamos que muy pronto podamos construir el país que queremos y que el bicentenario nos sea favorable para la autocrítica y reconocer nuestros avances.
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Esta entrevista fue realizada en el marco del proyecto Voces del Bicentenario, coordinado y producido por la Oficina de Promoción Social y Actividades Culturales de Letras (Oprosac)