Historias de éxito: egresados de Ingeniería Industrial cuentan su paso por el Programa de Extensión de la SBS

21/07/2022

Rubbie Ponce, Alvaro Merma y Lucero Dolores son egresados de la especialidad de Ingeniería Industrial de nuestra Facultad. Postularon al programa de extensión de la SBS, ingresaron y, actualmente, trabajan allí. En esta entrevista nos cuentan su experiencia y recomendaciones en torno al mencionado programa brindado por la Superintendencia.

¿Por qué decidieron postular al programa de extensión de la SBS?

Alvaro Merma: Yo era practicante en la SBS y mi jefa fue la que me animó a inscribirme al curso. A pesar de que soy Ingeniero Industrial llevo estudiando finanza por mi cuenta, aproximadamente, tres años en diversos cursos.

Entonces, necesitaba uno de los cursos conocidos en la materia para certificar que conozco el tema a nivel nacional, por lo menos. Uno de estos era el de la SBS, así que decidí postular a este. En ese tiempo tenía cuatro jefes que eran muy capaces en sus temas y me terminaron por convencer de entrar al curso.

Lucero Dolores: Como practicante conocí a una coordinadora que había participado del programa y me dio buenas referencias. Sentía que necesitaba un poco más de experiencia en finanzas, en la banca más que todo, ya que venía de un sector completamente distinto: el de la construcción.

Como sabía que el programa de extensión de la SBS te daba la oportunidad de trabajar con ellos si tenías un buen rendimiento y sería algo estable decidí prepararme para afinar ese gusto por las finanzas.

Rubbie Ponce: Recuerdo que en el curso de Economía General, de sexto ciclo, el profesor conocía el programa porque, me parece, había participado diseñándolo. Entonces, nos motivó mucho, contaba que es un programa de estudio, pero que ofrecía la opción de alcanzar un trabajo.

En esa época, cuando uno es estudiante y sabe que las posibilidades no son muchas, me interesó la oportunidad laboral que ofrecía el programa.

¿Cómo fue el proceso de admisión al programa?

Lucero D.: El proceso de ingreso al programa de extensión es bastante intenso. Empezó a mediados del 2021. Son muchos filtros que miden múltiples aspectos. Evalúan conocimientos como razonamiento matemático y verbal, luego una prueba de inglés. En un momento me daba miedo porque la evaluación se asemejaba a un examen de admisión y hacía mucho tiempo que yo ya había dado uno así. Volver a esa sensación me atemorizaba un poco.

El examen demandaba bastante estudio. Después de estas evaluaciones venían las pruebas psicológicas, incluso, había pruebas, que medía el nivel de integridad. Estas últimas me sorprendieron bastante porque en ningún otro trabajo me las habían tomado. Fue un filtro complicado porque no entendía cómo podían medir las respuestas. Sin embargo, así como sentía miedo, el hecho de superar las etapas me motivaba y me hacía muy feliz.

Al final nos dieron la respuesta de que habíamos entrado al curso, pero, personalmente, la sentí como una invitación a una nueva evaluación. No obstante, esa reunión fue para darnos la bienvenida.

Alvaro M.: Al principio, la verdad, me sentía un tanto confiado. Venía de pasar un proceso de selección que, en teoría, es uno de los más difíciles del mundo que es el de la consultora McKinsey en el que llegué hasta la última etapa. Entonces, después de esa experiencia me sentía confiado.

Sin embargo, cuando comenzó el proceso para el programa de extensión no fue un proceso usual, sino que evaluaban razonamiento matemático, verbal, inglés, lecturas, etc. y fueron temas que, quizá, dejé de lado por un largo tiempo. Fueron bastantes pruebas y la que más me atemorizó fue la de razonamiento matemático porque no me alcanzó el tiempo para resolver todas las preguntas. Es más, no llegué a completar el 50%, me parece.

En la prueba de textos tuve también temor porque excedí el número indicado de líneas para ciertas preguntas, pero no pasó nada malo, menos mal. Pasaron todas las pruebas y se logró entrar. En la entrevista fue en donde me sentí más cómodo porque tuve el espacio para hablar de los temas que más conozco como finanzas.

Rubbie P.:

En mi caso, una de las opciones más grandes que tiene la PUCP, que hasta ese momento no conocía, es la que si eres primer o segundo puesto de tu promoción puedes no tomar los exámenes de razonamiento verbal o matemático. Entonces, cuando comencé a postular al programa me enteré de ese beneficio. No tomé esos exámenes y solo debía presentar documentos.

Había solo algunas universidades que contaban con esta facilidad y, una de ellas, era la PUCP. Este punto puede motivar a alumnos a que se esfuercen para poder tomar beneficios como este. De todas maneras, el resto de etapas las sentí muy largas. Entonces, imagino que mis compañeros debieron haberlas sentido mucho más extensas (risas). Después vino el examen de inglés, mi primer filtro, que fue bastante específico. A veces, uno lo descuida porque quiere egresar, pero es muy importante.

Las entrevistas fueron relevantes también, ya que podías hablar con alguien más técnico a quien expresarle tus motivaciones y por qué querías estar ahí. Finalmente, hubo una prueba de integridad. Me pareció muy novedosa. Desde que eres practicante vas pasando por diversos exámenes, pero uno de integridad era extraño porque preguntaban cosas como cuántas veces has fumado a la semana o cuántas veces consumes alcohol. Fue novedoso y genial.

Pruebas así te generan la idea de que quienes ya trabajan ahí han pasado por esos filtros y son buenos profesionales. Son buenos técnicamente y como personas. Ese fue un factor que me gustó mucho

¿Qué aprendizajes les dejó el programa de extensión?

Lucero D.: Al final del curso valoré todo lo aprendido en la universidad. Lo que nos impartieron en la carrera, nos da a los ingenieros industriales la versatilidad de tomar decisiones en cualquier área. Por ese lado, agradezco bastante los conocimientos que me ha dado la Facultad.

Algo que valoro mucho y, quizá, antes no tanto es el tema de la integridad. Ahora, siendo conscientes, estábamos postulando a un programa impartido por un ente público que, si bien tiene un régimen privado no deja de ser público, el apartado de la integridad es un aspecto que se valora bastante. Hoy en día, a nivel país, vemos que tenemos esa debilidad, pero nosotras queremos ese cambio. Precisamente, cuando postulas al programa lo haces con esa noción. No solo de aprender, sino también con intención de generar cambios a nivel país.

Alvaro M.: Coincido con Lucero. Ver muchos temas en poco tiempo te permite conocer un poco más de todo. Yo conocía del tema de finanzas porque me estoy preparando para un examen CFA (Analista Financiero Certificado). Sin embargo, vi apartados más vinculados con el sistema peruano, más que enfocados en el exterior que son muy interesantes y me parece que no se pueden ver en otro lugar. Como el objetivo es ser Supervisor Financiero hay muchos temas que son propios del Perú que está bueno conocer si quieres ser parte de la industria financiera.

Otro aspecto importante para mí fue el de la ética. Hay trabajadores con un alto nivel ético. La vocación de servicio que caracteriza a los trabajadores de las SBS es admirable. Podrían trabajar en un ámbito privado privilegiando sus intereses, pero están en este lugar porque saben que su labor tiene una fuerte repercusión en la estabilidad del país. Ese sentimiento y ganas de querer ayudar es lo que me sorprende de muchas personas.

Rubbie P.: El curso es bastante intenso en muchos niveles: la cantidad de materias, el nivel y la exigencia que requieren por parte de los estudiantes es alta. El curso me ayudó a mejorar mi agilidad porque no es cuestión de solo dedicarse, sino también hacerlo rápido. Acaba un curso e inmediatamente inicia otro. Era una cuestión de ser más eficientes. En la universidad me ayudó mucho estudiar bastante, pero no de una manera tan rápida. El nivel de respuesta que demandan de un supervisor como tal, en momentos difíciles, es muy rápida. Debes ser ágil.

Otro aspecto que resalto, como mencionó Álvaro, es la vocación de servicio de cada uno de los docentes. Álvaro mencionaba lo importante de nuestra posición para la estabilidad del país y, de manera conjunta, también es importante salvaguardar los ahorros de las personas. Muchas veces, en empresas privadas, el principal objetivo es generar rentabilidad. Acá, no le damos tanta importancia a ese punto, sino también preocuparse quien está del otro lado. No se trata solo de proteger la estabilidad financiera, sino, además, cuidar de los ahorros de personas como nosotros que han trabajado durante toda su vida y eligen una entidad financiera para guardar todos sus ahorros. Ese cuidado que uno debe tener es muy importante. En el programa aprendí a valorar ese aspecto y me ayuda mucho para mis funciones actuales. Trabajar pensando en ese objetivo es lo que me motiva hoy en día.

¿Cómo recibieron la noticia de la oferta laboral?

Alvaro M.: Mi principal interés fue el curso. Quería certificarme y conocer más del tema, ya que también tengo intereses como las inversiones y la consultoría. Sin embargo, al recibir la oferta laboral, como me gustaron los temas que vimos, y, además, ser supervisor financiero también te da un estatus dentro de la industria me animé por entrar. Si bien pude haber tomado otras oportunidades en su momento, estoy feliz en donde estoy actualmente. Lo que uno aprende diariamente, al estar viendo empresas financieras y ser como una especie de auditor cuyas recomendaciones se tienen que cumplir sí o sí velando no solo por la empresa sino por los ahorristas también me deja lecciones de mucho valor a largo plazo.

Rubbie P.: En mi caso, antes del programa, yo ya estaba laborando, entonces, en ese trabajo me dieron una licencia para llevar el curso.Cuando terminó el programa y me ofrecieron un puesto ya estaba decidida en que dejaría mi anterior trabajo (risas).

Me llamó la atención, sobre todo, el objetivo del trabajo: no eran finanzas solo enfocadas a la rentabilidad, sino que tenía un trasfondo más bonito de vocación, de servicio. También me interesaron los temas de análisis financieros. El programa fue exigente y, de alguna forma, el objetivo final también era conseguir un lugar de trabajo.

Cuando terminas el curso, tiene varias opciones, como en el caso de Álvaro, ver temas de banca, pero en mi caso estoy dentro del área de cooperativas. Es un ámbito quizá no tan diferente al de un banco, pero sí más pequeño. Asimismo, está vinculado mucho al tema social, por lo mismo que estas son unas de las actividades más comunes en provincia.

Lucero D.: En mi caso, yo sí sabía que este programa te abría esta oportunidad laboral en la SBS. Mentalicé mi objetivo: culminar con éxito el programa y eso se traduciría en un puesto de trabajo en esta institución. Programé todo para terminar mis labores el 31 de diciembre, así que, prácticamente me enfoqué en conseguir mi meta. La cual, verdaderamente, me llenó de satisfacción y alegría porque era lo que deseaba.

Una vez dentro, como menciona Rubbie, te dan la oportunidad de elegir dónde te quieres desarrollar los dos primeros años. Elegí el mundo de las cooperativas. Al menos, en mí nació el gusto por ellas en el último curso del programa, que fue dictado por una profesora que venía de esta área. Me causó bastante interés al igual que banca. Sin embargo, sentí más retadora a las cooperativas.

Como mencionan mis compañeros, la satisfacción es diaria porque sabes que cada tarea que hagas está teniendo un impacto en las personas y a nivel país que, finalmente, va de la mano con lo que es la vocación de servicio y la integridad. Lo que buscamos es garantizar, de alguna u otra forma, que nuestros ahorros están siendo supervisados de la mejor manera.

¿Cuáles son sus planes a futuro?

Rubbie P.: Creo que la SBS, como tal, tiene una línea de carrera bastante interesante. Entonces, por el momento, como recién he entrado y he ido conociendo los planes que puede tener, capacitaciones o, incluso, apoyo que te puede dar para estudiar una maestría, mi objetivo es seguir creciendo en el área de cooperativas. Después de dos años, nos dan la opción de rotar a otra área.

En mi caso, me gustaría ir a banco o a microfinanzas porque siento que, si bien son un tanto distintas, voy a ver nuevas formas de inversión y siempre en esa línea de las instituciones que permiten ahorros.

Lucero D.: Como menciona Rubbie, la SBS, una vez dentro, te da una infinidad de oportunidad y, en dos años, debemos rotar sí o sí a otra área, ya que, dentro de cuatro años, ya deberíamos saber en qué área nos gustaría quedarnos. Al menos, ahora, sí me gustaría seguir descubriendo el área de cooperativas.

Realmente, por ahora no tengo decidido a qué espacio me gustaría rotar, pero, saliendo un poco del tema SBS, he sido jefa de práctica y es un tema que me gusta mucho. Siempre he tenido esa conexión con la universidad, por ejemplo, ahora estoy ayudando con un tema de investigación para realizar un paper con el profesor Jorge Vargas de Ingeniería Industrial y también quisiera seguir esa línea.

Más adelante, sí me gustaría aprovechar los beneficios que nos da la superintendencia como la ayuda del financiamiento de una maestría. Pensaba en un MBA que es más general y te ayuda a desenvolverte en diversas áreas, pero haber logrado entrar a la SBS cambia también mis planes.

Alvaro M.: Mi caso es similar al de Lucero. La docencia me interesa bastante. En la PUCP dicté dos cursos y ahora estoy preparando uno más con CIDE (Centro de Innovación y Desarrollo Emprendedor) acerca de finanzas. Asimismo, me gusta mucho apoyar a la universidad. En estos momentos me encuentro colaborando en la conformación de  equipos para los concursos del CFA de finanzas con los profesores Alonso Segura y Aldo Augusto Martin Quintana Meza. Así como ellos me permitieron participar cuando era estudiante, quisiera devolver ese detalle apoyando a la gente nueva que sale.

Por el lado de la SBS, en el tema de rotar yo me iría a AFP si se abre un puesto ahí debido a que el tema de inversiones me atrae. Si no, sí la tendría un poco complicada (risas). Buscaría un espacio en banca o data que es a donde apuntan mis intereses.

¿Cuál sería su mensaje para los y las alumnas de la FCI que quieren postular al programa de extensión de la sbs?

Rubbie P.: Me parece que el desconocimiento de oportunidades como esta hace que uno crea que no hay tantas opciones. Este programa debería divulgarse mucho más. En el caso de los industriales esto no es tan conocido, ya que yo me enteré por un profesor, pero sé que no todos tenemos los mismos docentes en un curso.

Les recomendaría que lleven cursos electivos más dirigidos a finanzas para que estés más preparado y preparada. Sí requiere bastante esfuerzo, pero se pueden preparar desde la universidad. Ese sería mi consejo.

Alvaro M.:

Un consejo en particular para los industriales: personalmente, me sirvió buscar grupos de finanzas. Antes no había ninguno, pero ahora hay tres o cuatro en la universidad que te permiten estudiar con gente con la que comparten intereses. Asimismo, los ya formados van a dar charlas y eso ayuda a que uno se inspire o tome ejemplos cercanos.

Lucero D.: Si hay alumnos de la Facultad de los últimos ciclos que sienten un interés mayor en temas de finanzas o el sector bancario apostar por el programa de extensión de la SBS es su mejor opción. Aparte de que el programa brinda bastantes capacitaciones y cursos, inclusive, hay materias internacionales dictadas por profesores extranjeros. A nivel técnico, el programa te da ventajas importantes.

Si en los alumnos destaca bastante la vocación de servicio, esta opción es la indicada. Es más, si ya están decididos a optar por este programa deben prepararse bastante. El proceso es largo y arduo, pero no es imposible. Se necesita tiempo y dedicación.

[:]