Egresados de nuestra Facultad participaron en festival de teatro FITAM 2014

En el marco del Día Mundial del Teatro, que se celebra hoy 27 de marzo, les presentamos la experiencia de dos egresados de la especialidad de Artes Escénicas de nuestra Facultad. Claudia Tangoa y Sebastián Rubio fueron invitados a participar en uno de los festivales de teatro más importantes de Santiago de Chile: Santiago a Mil (FITAM 2014). Durante poco más de dos semanas, el teatro, la danza y la música invaden la región. Se presentan más de 60 espectáculos de sala y de calle provenientes de diferentes partes del mundo: Alemania, China, USA, Rusia, Argentina, Bolivia, Uruguay, entre otros.

Nuestros egresados presentaron “Proyecto 1980-2000, el tiempo que heredé” (obra que codirigieron) en el teatro de la Universidad Católica de Chile. La obra contó con 3 funciones que lograron llenar la sala. Además, este festival ofrece a través de su laboratorio escénico diferentes actividades pedagógicas libres de costo, como clases magistrales, talleres, conversatorios, seminarios, entrevistas y encuentros de trasnoche. Claudia y Sebastián dictaron el taller de actuación “Memorias en Conflicto”, relacionado a la exploración que han desarrollado en los últimos años y a la creación de un discurso escénico partiendo de la biografía y el material personal del actor. Asimismo, participaron en el conversatorio “Bolívar en escena: teatro latinoamericano contemporáneo” junto con otros directores de países vecinos como Claudio Tolcachir.

Tuvimos la oportunidad de conversar con Claudia y esto fue lo que nos dijo:

¿Cómo se dio la invitación al FITAM 2014?

Estrenamos “Proyecto 1980-2000, el tiempo que heredé” en septiembre del 2012 como una de las obras ganadoras de la Convocatoria “Ayudas a la Producción y Exhibición de Artes Escénicas" del Centro Cultural de España. Desde entonces, nos hemos presentado ante diversas audiencias en el centro y la periferia de Lima. El año pasado tuvimos una breve temporada en el Centro Cultural de la Católica y los programadores del festival asistieron, les interesó el proyecto y nos invitaron.

Nuestra participación en el FITAM 2014 se dio gracias al esfuerzo y trabajo en conjunto de los organizadores del festival, el Ministerio de Cultura y PromPerú. Sin el respaldo de estas instituciones no hubiera sido posible nuestra asistencia.

¿Qué experiencias y aprendizajes obtuviste de tu asistencia?

Como participantes fue enriquecedor trabajar en el marco de un festival internacional de la envergadura del FITAM. Nos recibieron con mucho profesionalismo y cariño. Fue un reto hacer el montaje en dos días, pero el festival se encargó de que pudiera llevarse a cabo de la mejor manera.

Por otro lado, teníamos mucha curiosidad por recibir los comentarios de un público extranjero sobre el proyecto, ya que da una mirada a las últimas décadas de la historia de nuestro país. Muchas de las obras chilenas a las que pude asistir en el festival abordan la violencia vivida durante la dictadura de Pinochet y lo hacen desde la perspectiva del presente. Creo que uno de los obsequios más valiosos de esta experiencia fue la posibilidad de poder encontrarnos con otras manifestaciones teatrales y conocer como ellos reflexionan sobre su realidad, he conocido una parte de Chile a través de sus compañías y me he podido identificar como peruana con lo que veía en el escenario, era universal. Admiro la figura de compañía teatral que existe allá, una fuerza grupal que se reúne a investigar, trabajar y proponer algo escénico a partir de la posición que toman frente a su realidad. El resultado es excelente.

El taller que dictamos fue también motivador. Fue un breve compartir con las biografías de los participantes y sus opiniones y sentimientos respecto a su ciudad, a su país. Muy breve pero valioso. Actores con mucha energía y entrega.

¿Qué mensaje les darías a los alumnos de Artes Escénicas?

Pienso que en nuestra carrera es muy importante abrirse un camino propio. Si bien es cierto que cada vez existen más espacios físicos para presentar obras, más escritores de textos dramáticos, e incluso más productoras o grupos de teatro; el panorama no cambia tanto. Me alegra que en estos momentos existan muchas obras en cartelera; pero creo que más allá de la cantidad, lo que necesitamos son nuevas propuestas, las hay pero aún muy pocas. En ese sentido, no hemos recorrido tanto como el teatro en otros países de Latinoamérica y pienso que tiene relación directa con la formación y la investigación continua que desarrollamos o no en nuestra profesión.

Es fundamental producir, pero no solo resultados, temporadas; si no producir procesos nuevos, laboratorios, espacios de discusión, crítica, espacios de formación con contenidos renovados. Es esto lo que nos permitirá informarnos, cuestionarnos y tomar una posición frente a nuestra realidad y, a partir de esto, crear un discurso propio.

Es necesario que nos hagamos cargo de nuestra profesión, estudiemos o no en una universidad, estemos empezando o tengamos ya muchos años ejerciéndola, preguntémonos cada cierto tiempo ¿De qué manera aportamos al desarrollo del teatro y a nuestro contexto? Aprovechemos las oportunidades que se nos presentan, la carrera, los concursos, los maestros todo lo que nos ayude a seguir creciendo como individuos y sociedad.

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