Ignacio Rodríguez Reyna: “El periodismo no es una profesión para vocaciones débiles”

Periodista mexicano tuvo a su cargo la charla magistral “México: periodistas investigando en tiempos de matanza”, organizada por Comunica en el marco de las celebraciones por su vigésimo aniversario.

Rodríguez Reyna es uno de los fundadores de Quinto Elemento, laboratorio digital de investigación periodística. [Foto: Gabriel Vallenas]

Ignacio Rodríguez Reyna, periodista mexicano con más de treinta años de experiencia, recordó las últimas horas de tres colegas suyos: Mario Gómez, Javier Valdez y Miroslava Breach, asesinados por informar con la verdad y denunciar la corrupción que el narcotráfico ha extendido en la mayor parte del Estado mexicano y en sus estructuras de poder.

México es el país más peligroso para ejercer el periodismo en el mundo. El asesinato de periodistas es un fenómeno que alcanza a 24 de los 32 estados de este país convulso y donde impera la impunidad. Menos del 1% de los autores de estos crímenes han sido identificados y denunciados. Desde el año 2000 hasta la fecha 120 periodistas han sido asesinados. Otros han huido de sus ciudades de origen y se han convertido en refugiados. Y la mayoría sobrevive sometida a los designios de las mafias del narcotráfico ddsplegadas a lo largo y ancho de este país. ¿Cómo seguir creyendo en el periodismo en estas circunstancias? Desde su experiencia personal, Ignacio Rodríguez Reyna respondió esta pregunta.

Recordó una serie de episodios a lo largo de su carrera en los que tuvo que optar entre el confort de un buen sueldo y sus principios y valores periodísticos. Quince años atrás, cuando era director del diario “El Universal”, convirtió este medio en uno de los referentes de la prensa mexicana. En medio del éxito periodístico y comercial, aparecieron los primeros intentos de censura desde la dirección del diario. Y él enfrentó las presiones por un tiempo hasta que finalmente decidió renunciar. No iba a poner en juego sus convicciones: “El periodismo no es una profesión para vocaciones débiles”, sentenció Rodríguez Reyna con firmeza. Involucra un compromiso personal que implica no una jornada de ocho horas de trabajo, es un oficio sin descanso, donde se requiere una dedicación de 24 horas si quieres dejar huella.

Ignacio recordó al auditorio que el periodismo se estudia por pasión: “Hacemos periodismo desamparados. Desamparados del Estado desamparados de la sociedad”. Esta soledad, sin embargo, no debe decepcionar a los jóvenes: “Para eso venimos a estas aulas universitarias, para eso nos formamos: para realmente hacer un ejercicio periodístico que responda a los intereses de la sociedad”, indicó Rodríguez con determinación. Él sabe que gran parte de la prensa ha perdido este enfoque y a menudo ignora los intereses de los ciudadanos.

“La innovación periodística no pasa solo porque se vea bonito, consiste en todo un sistema que busca la excelencia y el impacto en las audiencias. No solo es importante publicar a tiempo, sino saber por qué lo publicamos”, explicó el periodista mexicano.  “Hay que ser creativos, hay que pensar en cómo hacer las cosas diferente”, fueron las palabras finales que dirigió a los estudiantes de periodismo de la PUCP.

En la cita, también participaron las periodistas Fabiola Torres, de Ojo Público, y Adriana León, del Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS). Al ser consultadas sobre los riesgos del ejercicio periodístico en el Perú, Fabiola detalló que en “OjoPúblico” tienen un protocolo de seguridad basado en encriptar información digital para la protección tanto del equipo periodístico como de las fuentes que colaboran en la investigación. Por su parte, Adriana aseguró que el Programa de Protección al Periodista, promovido por IPYS, ha conseguido dar refugio a colegas perseguidos y amenazados de muerte.

 

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