Rodrigo Flores Yamasato: El enfoque humanístico de un comunicador audiovisual

Rodrigo Flores, comunicador audiovisual PUCP, nos entrega una experiencia educativa “amplificada”, en donde la innovación y la interdisciplinariedad se vuelven esenciales para poder enriquecer su obra y poder abordarla y entenderla desde otras perspectivas. 

Le preguntamos sobre su paso por nuestra Facultad, su interés por los proyectos sociales y su opinión sobre el rol del comunicador hoy en día: 

¿Cuál es el impacto que ha tenido la Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicación en tu vida, para tu desarrollo profesional?

En la Facultad conocí profesores y compañeros que marcaron mi vida y que aún siguen formando parte de mi carrera profesional. Mi productora Trovador la fundé junto con dos grandes amigos que conocí en los salones de la facultad: Sebastián Pérez y Sebastián Cáceres. Aprendí bastante de profesoras que me tocaron en los diversos cursos de la carrera. Rocío Trigoso, Marianela Vega y Sofía Velásquez son algunas de ellas. Sus clases y muchos de los consejos que me brindaron en sus cursos me han servido hasta el día de hoy. Susana Pastor y Diego Contreras son profesores de los que estoy aprendiendo también actualmente.

¿Qué papel crees que tiene tu trabajo o proyectos en el desarrollo de la sociedad?

Vivimos en una sociedad en donde los medios de comunicación abarcan gran parte de las dinámicas socioculturales. Al ser un obrero de la imagen tengo las capacidades para poder llegar a diversos públicos, poder generar aprendizajes y generar cuestionamientos. Como fotógrafo tengo cierta responsabilidad por tratar temas que sean relevantes y que puedan generar algún tipo de impacto en las personas. Este impacto no tiene que ser necesariamente tan importante, puede ser algo mínimo. Después de todo, lo cierto es que todo proyecto que realizo lo hago por mí y para mí, lo que pueda suceder después es complementario.

¿Cómo nace tu interés por los proyectos sociales?

Siempre tuve un interés por conocer al otro, a la otra y seguir conociéndome a mí mismo. Esto me motivó a acercarme a distintos contextos y a compartir mi realidad, así como también aprender de todas esas otras realidades. A la par de mi carrera profesional como comunicador audiovisual siempre he estado vinculado a proyectos de índole social. En el 2017 fundé el Club Deportivo Malambito, que fue un proyecto en donde tuve la ilusión de utilizar el deporte como herramienta para trabajar los valores fundamentales en la vida de los jóvenes del barrio Malambito. Al final creo que el proyecto simplemente fue un intercambio sincero en donde todos los involucrados aprendimos de todos y del cual nos llevamos muchas buenas memorias.

¿Qué aspecto consideras que no debe faltar en el comunicador de hoy y en una sociedad tan diversa y compleja como la nuestra?

Todos y todas tenemos algo que decir y es importante comunicarlo desde nuestra vulnerabilidad. Hay que quitarnos de encima todos los prejuicios y pensamientos que puedan frustrar nuestros procesos de creación. Hay que estar dispuestos a construir nuevos conocimientos, pero también a deconstruir aquellos que no valen la pena preservar. Una vez escuché una frase que decía que lo que en definitiva nos cobija es nuestro estar desamparados. Si pensamos la comunicación como un proceso en donde existe un receptor, debemos siempre buscar empatizar con ese otro, con esa otra. También porque quizás podamos encontrarnos en aquel destino, y así nos podamos ver reflejados y aprender también de ese lugar, desde ese lugar.

¿Qué consejo le darías a los jóvenes que están estudiando o que quieren seguir una carrera de Comunicaciones en la PUCP?

Me parece importante poder aprender diversas herramientas que finalmente puedan sumar a los proyectos que queramos realizar. La interdisciplinariedad es esencial para poder enriquecer nuestra obra y poder abordarla y entenderla desde otras perspectivas. Hay que estar siempre en la búsqueda de obtener nuevas experiencias de vida que nos permitan cuestionarnos y vincularnos con sinceridad y responsabilidad a nuestra labor.