Por segundo año consecutivo se presentó el estudio de posicionamiento del proyecto de responsabilidad social de la empresa Pesquera Diamante: Tambos Pesqueros Diamante. El estudio se realizó gracias a la alianza que existe entre Pesquera Diamante y la Facultad de Gestión y Alta Dirección, de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
La presentación de los resultados del “II Estudio de posicionamiento de los Tambos Pesqueros Diamante” se realizó de manera virtual, debido al contexto, donde participaron la empresa en mención, representantes de la Facultad de Gestión y Alta Dirección y las coordinadoras regionales del proyecto.
Esta investigación ayudará, con respecto al primer estudio, establecer una comparación, medir la evolución del impacto y brindar oportunidades de mejora continua para el proyecto, cuyo objetivo es proveer de hierro y proteína de manera constante mediante pescados azules, bajo el modelo de emprendimiento comunitario, a las regiones altoandinas de Ayacucho y Huánuco. De esta manera, combaten la anemia en los niños de 3 a 5 años de instituciones educativas iniciales del ámbito urbano y rural.
En un contexto, donde el consumo per cápita de pescado en el país es de sólo 16.5 kg, señalado por PRODUCE, entre los principales hallazgos se encuentra que el porcentaje promedio de la frecuencia de consumo de pescado de 2 y 3 veces por semana en los beneficiarios del proyecto, en Huánuco y Ayacucho, aumentó de 75% a 78%. Asimismo, que la marca de Tambos Pesqueros Diamante sigue siendo el de mayor nivel de recordación y posicionamiento en ellos a la hora de comprar pescado, representado por un 80% que prefiere comprar pescado en Tambos que en mercado o tiendas, resaltando los atributos de buena calidad, bajo precio y buena atención. A ello se le suma también la limpieza e higiene, los cuales han sido claves durante esta pandemia, atendiendo con los protocolos debidos, brindando así seguridad para los clientes y las promotoras, mujeres de la comunidad que lideran los Tambos.
Por último, el estudio reafirmó la existencia de un sentido de comunidad. La mayoría de encuestados mencionó que distintos amigos y familiares compran en el Tambo, porque lo consideran “un ambiente agradable para realizar compras”. De esa manera, no es sólo considerado un punto de venta de pescado, sino también un lugar de aprendizaje en materia de buenas prácticas de salud y nutrición.