En un esfuerzo por abordar el problema de la inseguridad alimentaria en el distrito de San Juan de Lurigancho, cuatro egresadas de nuestra facultad pusieron en marcha un innovador proyecto denominado «Ollas que Cuidan». 

Alejandra Quispe, Anarosa Robles, Thalia Cruzado, egresadas de la mención en Gestión Social, así como Andrea Arroyo, egresada de la mención en Gestión Empresarial, se unieron para mejorar la salubridad y niveles de nutrición en la olla común «Las Colinas» del AA.HH. Juan Pablo II – 2da. etapa. El proyecto fue implementado a lo largo de siete meses, entre enero y julio de este año, logrando beneficiar a las nueve dirigentes de la olla común y a sus 93 comensales.

La iniciativa nació en el marco del concurso «Alimentatón: retos por la seguridad alimentaria», organizado por la Dirección Académica de Responsabilidad Social de la PUCP [DARS). Su misión era enriquecer las recetas de la olla común con información nutricional, así como mejorar el uso eficiente del agua para una mayor higiene a la hora de preparar los alimentos. Estos objetivos nacieron luego de diversas visitas al lugar, en dónde se conversó con las dirigentes sobre las problemáticas que debían enfrentar diariamente. 

En clase siempre nos han repetido que debemos enamorarnos del problema, no de la solución. Cuando hicimos el diagnóstico nos dimos cuenta que había muchos problemas que no íbamos a poder enfrentar como habíamos previsto. Tuvimos que aterrizar nuestra solución a algo que se ajustara a las necesidades reales de la olla pero también al presupuesto y a las herramientas que teníamos”, explica Anarosa Robles.

Para cumplir con los objetivos, se aliaron con Mesa Solidaria, una organización especializada en alimentación sostenible. Sus especialistas asesoraron al grupo sobre los valores nutricionales de los diferentes platos que se cocinaban en la olla, de manera que estos pudieran ser repotenciados. Posteriormente, se realizó un recetario que enseñaba cómo cocinarlos. La publicación no solo incluía cómo preparar los platos, sino también la historia detrás de cada una de las dirigentes de la olla. 

Con el recetario logramos un objetivo que inicialmente no habíamos considerado: empoderar a las madres dirigentes. Cuando les entregamos el cuadernillo con sus recetas pudimos ver en sus rostros lo que significaba para ellas verse a sí mismas en una publicación. Es ese cambio que quizás no te cambia la vida, sino la perspectiva que tienes de ti mismo”, comenta Alejandra Quispe. 

Asimismo, la alianza con la organización WAYRU les permitió instalar una ducha portátil que facilita la gestión del agua potable en hogares que se abastecen con baldes o bidones. El equipo funciona a partir de un pedal que debe ser presionado para que el agua salga. De esta manera se puede llegar a ahorrar hasta 20 litros en comparación a la cantidad de agua utilizada para ducharse con un balde. Este saldo extra podrá ser utilizado, entre otras cosas, para un mejor lavado de los alimentos y los utensilios de la olla común.

Tanto Alejandra como Anarosa señalan lo importante que fueron los aprendizajes de los cursos de la carrera para llevar a cabo esta iniciativa y conseguir ejecutar el 100% del presupuesto asignado por la DARS. 

Cada uno de los cursos de Gestión Social nos sirvió para el proyecto. Los de asociatividad nos ayudaron a entender que el impacto es mucho más grande cuando haces alianzas con otras organizaciones. Con el curso de Gestión de Proyectos Sociales vimos que no solo es importante el impacto que puedas tener, sino las herramientas que tienes a tu disposición. La metodología de Design Thinking, que fue parte de los aprendizajes del curso, también nos permitió empatizar con lo que verdaderamente necesita nuestro público objetivo”, afirma Anarosa.

Por su parte, Alejandra expresa que a través de “Ollas que cuidan” aprendió lo que separa a un gestor de otras profesiones: “Un gestor no para hasta que se logra. En otras carreras se enfocan más en la planificación o la implementación, pero el gestor está hasta el final”. Ambas participantes no descartan la posibilidad de replicar la iniciativa en otras ollas comunes del distrito.

De izquierda a derecha Anarosa Robles, Alejandra Quispe, Andrea Arroyo y Thalia Cruzado sosteniendo el recetario elaborado como parte del proyecto. Foto: DARS.