Licenciada en Gestión con mención en Gestión Empresarial. Diplomado en Control de Gestión en la Universidad de Chile.
Gestora de Proyectos y Líder de Transformación en IpCorp Perú. Pre-docente de Investigación Académica en el DACG PUCP.
Me incliné por la carrera de Gestión por recomendación de mi papá, él es emprendedor desde hace diez años, y también porque desde pequeña estuve rodeada de negocios familiares que me motivaron, por ejemplo, en el colegio, tuve una etapa en la que vendía dulces y lapiceros. Sin duda tenía afinidad por los negocios y la necesidad por aprender de ellos. Al salir del colegio, mi deseo más grande era estudiar en la PUCP, aunque en ese momento elegí una carrera distinta a la que mi papá me recomendaba. Pude postular e ingresé, teniendo siempre el respaldo de mis padres.
Decidí estudiar Derecho, y estando en Estudios Generales Letras, llevé el curso de Psicología donde conocí a diversas personas que iban a estudiar Gestión, ellos me enseñaron sobre la carrera, lo cual finalmente incidió en mí para cambiarme y elegir estudiar esta carrera.
Ya en Facultad, uno de mis primeros profesores fue Luis Soltau. Llevar el curso de Teoría Organizacional con él fue una experiencia increíble, porque me permitió enamorarme de mi carrera en aquellas primeras horas de la clase, y sé que pese a su exigencia, pude aprovechar al máximo lo aprendido. En general, en mi etapa universitaria, logré aprender mucho, pero me costó desarrollar mis habilidades blandas, algo que la Facultad está buscando potenciar en los alumnos actualmente y me parece excelente.
En los últimos ciclos tuve una serie de inconvenientes con mi rendimiento académico debido principalmente a las prácticas pre profesionales que estuve realizando, lo cual casi significó mi eliminación de la universidad. Además, el tema de tesis que venía trabajando, no me terminaba de convencer, a pesar de la dedicación que le di, pasando momentos difíciles por esta situación.
Ante esas circunstancias, rescato el apoyo que recibí de algunos docentes, quienes lograron mostrar su lado humano, dando palabras de aliento que me ayudaron anímicamente en ese momento, que me permitió darme cuenta que tenía y que podía continuar. Uno de ellos fue mi asesor de tesis, Miguel Córdova, quien además me recomendó buscar vivir experiencias críticas necesarias para mi crecimiento personal y profesional.
Dejé mis prácticas y volví a las clases, ahora tomando el tema de investigación de emprendimiento femenino. Empecé a encontrarle el gusto a eso y decidí presentarme al Programa de Apoyo al Desarrollo de Tesis de Licenciatura – PADET. Gracias al tema elegido, pude contactarme con los investigadores que había leído en los papers, decidí escribirles y reunirme con ellos personalmente viajando a Chile para poder entrevistarlos. De regreso a Lima, continué con buenos resultados en Seminario 1 y, un par de meses después, logré ganar el concurso del PADET.
De acuerdo a lo que había acordado con mi asesor, entregué mi tesis con algunos meses de anticipación, ya que tenía que volver a Chile, pues gracias al contacto con los investigadores, uno de ellos me ofreció la oportunidad de estudiar un Diplomado allá.
Durante mi estadía en Chile, además de estudiar, trabajaba e, integrando el grupo de Investigación NEO PUCP, logré escribir un paper, producto de mi tesis, que fue presentado en octubre del 2018 en el Consejo Latinoamericano de Escuelas de Administración – CLADEA, realizado en Costa Rica, y también junto con Miguel Córdova, escribimos un capítulo de un libro para el Diana Project que será publicado a fines de este año.
A mi regreso a Perú, decidí ir a la FGAD para buscar al profesor Soltau y a la profesora que me ayudó en el momento que más lo necesitaba. No pude encontrar a la profesora, pero me encontré con el profesor Soltau y le agradecí por todo lo que me había enseñado, y decirle que al desaprobarme en su momento, notando que desarrollaba un tema que no me atraía, yo no hubiera encontrado algo que realmente me gusta investigar como el emprendimiento. Él me respondió, “creo que por fin lo entendiste, si no haces algo con el corazón y con las tripas no tiene sentido”. Es ahí donde comprendí que todo tenía un propósito.
Recomendación a los estudiantes:
Para la vida profesional y personal, lo más importante es encontrar qué es aquello que les apasiona, y, cuando ese momento llegue, no habrá cansancio ni pretextos para soltarlo. Asimismo, que aprendan de cada fracaso, que si de verdad están luchando por lo que quieren, no se desanimen nunca, la resiliencia es una virtud que siempre nos lleva lejos.
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