En la edición número 19 de la serie #GestoresEnLaCancha, Mirian Espejo, licenciada en Gestión Social y actualmente parte del equipo de proyectos sociales de la fundación La Caixa en Barcelona, nos comparte su experiencia y aprendizajes.
Con tan solo 27 años, Mirian ha logrado encaminar su vocación y pasión por el mundo de la gestión social en una destacada trayectoria profesional. Recientemente, finalizó su maestría en Planificación Territorial y Gestión Ambiental de la Universitat de Barcelona y fue ganadora de la beca “Carnet Jove d’acció social 2023”, organizada por el gobierno autonómico de Cataluña y la fundación la Caixa. En la pasantía, Mirian forma parte del equipo del Área de Relaciones con Entidades Sociales de la Fundación «la Caixa». Desde esta área se gestionan las convocatorias de proyectos sociales dirigidas a las diferentes comunidades autónomas y dos ciudades autónomas de España. Los ámbitos de actuación de estas convocatorias giran en torno a la inclusión socio laboral, hasta discapacidad, infancias, entre otros.
Estos logros no podrían haberse alcanzado sin la determinación y pasión que Mirian demostró por la gestión social desde sus tiempos en las aulas de la PUCP. Los cursos de la malla como Gestión de Proyectos y las prácticas que inicialmente realizó en el área recursos humanos le permitieron tener un acercamiento al mundo de la consultoría y evaluación de impacto social por lo que le confirmaron que quería dedicarse a este rubro.
Fue por ello que, mientras aún era estudiante, realizó una especialización en Resolución de Conflictos en la PUCP y, posteriormente, postuló a la empresa de consultorías Excedesa SAC. “Al inicio fue difícil porque las empresas en las que quería trabajar me pedían experiencia de la que no disponía, pero esta organización me dio la oportunidad de demostrar que tenía las habilidades necesarias para aportar no solo en consultorías, sino también en investigaciones”, expresa Mirian.
Estas experiencias aumentaron su deseo de especializarse en el área de gestión a través de un máster fuera del país. Sin embargo, la pandemia retrasó sus planes. Esta situación no la derrotó, y aprovechó el tiempo en confinamiento para ahorrar y continuar ganando experiencia de diversas maneras. Durante este período, ejerció como jefa de práctica en el curso de Investigación Académica en Estudios Generales Letras. Además, junto a una amiga, fundó «Nonina y Punto», un emprendimiento destinado a integrar a mujeres mayores en el mundo laboral a través del tejido de prendas hechas a mano.
A finales del 2021, cuando la situación por la emergencia sanitaria comenzó a normalizarse, nuestra egresada decidió postular a dos maestrías en el extranjero: en York (Inglaterra) y Barcelona (España). Finalmente se decidió por la segunda opción. “La malla era muy completa. Se especializaba en el tema de la gestión territorial y ambiental pero con un enfoque de la gestión que realmente tomaba en cuenta las necesidades de los ciudadanos para planificar un territorio o proponer un proyecto”, explica.
Durante esta etapa, Mirian descubrió dos realidades completamente diferentes entre Europa y América Latina. Logró comprender por qué ciertos proyectos tenían un mejor rendimiento en países europeos que en naciones latinas. Además, adquirió conocimientos de sus compañeros, quienes provenían de diversos contextos. Aprender a ser más tolerante ante nuevas culturas y formas de pensamiento, y superar el temor a lo desconocido, fueron lecciones que Mirian llevó consigo más allá de su ámbito profesional.
Todo esto la ayudó a decidirse a postular a la beca “Carnet Jove d’acció social”, organizada por el propio gobierno autonómico de Cataluña. “Tenía mucha incertidumbre sobre qué iba a hacer luego de acabar la maestría. Sabía que quería seguir desempeñándome en el mundo de la gestión social, así que comencé a aplicar a distintos empleos y pasantías. Luego de un duro proceso de selección finalmente me dieron la beca para realizar una estancia de prácticas en la Fundación «la Caixa»”, nos cuenta.
En retrospectiva, nuestra gestora resalta lo importante que fue para su trayectoria actual poder estudiar cursos adicionales, especializarse y llevar diplomados en aquello que más le interesaba. Además, destaca la disciplina, fuerza de voluntad y dedicación que la acompañó durante todo el proceso. Finalmente, anima a los estudiantes de gestión a que se atrevan a enfrentar el miedo a la incertidumbre y a lo desconocido. “Como gestores estamos listos para enfrentar este mundo y demostrar que las organizaciones pueden aportar valor y generar cambios significativos”, finaliza.