En esta nueva entrega de la serie #GestoresEnLaCancha, Julie Contreras Moreno, licenciada en Gestión Social por la Facultad de Gestión y Alta Dirección – FGAD de la PUCP, nos comparte cómo su vocación por el servicio la ha llevado a combinar la investigación, la docencia y el emprendimiento. Actualmente es docente en la carrera de Diseño Industrial de la PUCP, donde dicta cursos de gestión para emprendimientos, y además administra ZG Energy SAC, una empresa familiar.
Desde sus primeros años en la FGAD, Julie se involucró en proyectos de consultoría con docentes como Marta Tostes, experiencia que despertó su interés por la investigación. “Trabajaba junto con profesores de la facultad. Empecé haciendo trabajo de campo, diagnósticos, planes de negocio, evaluaciones de proyectos… Aprendí a adaptarme a distintos contextos y a vincularme con instituciones de todo tipo: públicas, privadas y sociales”, recuerda.
Con el tiempo, y gracias a este trabajo realizado, su visión sobre la gestión social se amplió. “Al inicio creía que los gestores sociales estábamos solo ligados a las organizaciones sin fines de lucro, o a ciertos sectores que estaban relacionados netamente con el tema social. Pero entendí que también podemos liderar proyectos de sostenibilidad y planes de negocio”, afirma. Para Julie, el rol del gestor social consiste en generar rentabilidad y desarrollo.
Uno de los momentos más importantes durante su formación profesional fue su participación como asistente de investigación en un proyecto liderado por el Ministerio del Ambiente sobre indicadores de sostenibilidad (NDC). Junto a un equipo interdisciplinario y bajo la guía de su docente Marta Tostes, Julie colaboró con múltiples sectores estatales y entidades de financiamiento internacional: “Fue una de las experiencias más grandes y gratas que tuve. Hacíamos capacitaciones, levantamiento de información, y estábamos en constante comunicación con distintas instituciones”.
Julie considera que uno de los cursos que marcó su paso por la PUCP fue dictado por el profesor Martín Beaumont, sobre gestión social y sostenibilidad. “Le agarré cariño al curso, porque me hizo entender el corazón del gestor social: no basta con buenas intenciones, también se necesita sostenibilidad económica para generar verdadero desarrollo. Reflexioné sobre lo que uno realmente desea lograr para otras personas”, explica. Ella destaca el desafío que fue aprender finanzas: “Para mí, finanzas no estaba en la mira de lo social, percepción que cambió luego de que se actualizó la malla curricular”.
Además de su labor docente y de gestión, Julie colabora esporádicamente en investigaciones y publicaciones académicas. Sueña con lanzar en el futuro un emprendimiento orientado al cuidado y mantenimiento de plantas para instituciones. “Me encantaría combinar la gestión con algo que también cuide nuestro entorno y genere bienestar. Estoy aprendiendo, tengo conocimiento sobre las plantas, los costos, el cuidado… Solo falta sacarlo adelante”, comenta.
Finalmente, reflexiona sobre lo que considera esencial para quienes están por egresar: “Las habilidades blandas podrán sonar como un cliché, pero son necesarias. Saber comunicarse, trabajar en equipo, escuchar y adaptarse, son claves para cualquier gestor. Podemos tener todo el conocimiento profesional y técnico, pero si no sabemos cómo tratar a las personas, perdemos la esencia de lo que hacemos”.