La Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de la PUCP, con el apoyo de la Facultad de Gestión y Alta Dirección, organizó el evento ¿Cómo cerrar la brecha en el acceso al saneamiento urbano?, un espacio de diálogo que reunió a representantes del sector público, organizaciones sociales, académicos y ciudadanos. La actividad buscó visibilizar los retos que aún persisten en el Perú en relación con el acceso a servicios básicos como el agua y el saneamiento, especialmente en contextos urbanos vulnerables.

El evento fue moderado por Guiselle Romero, directora de la Maestría en Gobierno y Políticas Públicas, y Hellen López, coordinadora de la mención en Gestión Social de la Facultad de Gestión y Alta Dirección PUCP, quienes acompañaron las intervenciones y promovieron el intercambio de ideas entre los y las participantes.

Eduardo Ismodes, vicerrector de Investigación de la PUCP, dio la bienvenida al evento y mencionó que en Lima hay al menos medio millón de personas que no cuentan con acceso a un servicio de agua y saneamiento decente. “En lugar de enfrentar esa situación y decir ‘no se puede y busquemos alternativas’, se sigue engañando a la población”, afirmó. Subrayó además la importancia de pensar en soluciones viables, como los sistemas de saneamiento basados en contenedores, y resaltó el rol de la universidad en apoyar con investigación y acompañamiento técnico.

Roxana Barrantes, directora de la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas, destacó la necesidad de crear soluciones con la ciudadanía, reconociendo la diversidad territorial del país. “No puede seguir siendo el ingeniero que llega a decirnos cómo hacer las cosas. Tenemos que combinar saberes, combinar experiencias y construir soluciones sostenibles”, indicó.

Max Carvajal, director de Políticas y Regulación en Construcción y Saneamiento del Ministerio de Vivienda, presentó datos alarmantes: más de 7 millones de peruanos no tienen acceso a un sistema de saneamiento adecuado. Además, denunció la falta de sostenibilidad del sistema actual, donde “todas las empresas de agua, incluyendo Sedapal, están comiéndose sus activos”. Explicó que los hogares más pobres son los que menos acceso tienen y, paradójicamente, pagan más por servicios informales y de menor calidad.

Una de las soluciones presentadas fue la experiencia de SOIL en Haití, compartida por la ecóloga y directora ejecutiva de SOIL Sasha Kramer. “En Haití no existe infraestructura de alcantarillado. La solución han sido los baños secos con recolección regular de residuos, que luego se transforman en compost. Es una alternativa digna, limpia y sostenible”, sostuvo Kramer.

Desde Perú, Arturo Llacsacondor, CEO de Sanima, explicó cómo su organización atiende a más de 8 mil personas en zonas como Pamplona Alta, ubicada en las periferias de Lima, brindando baños portátiles con recolección semanal. “El saneamiento es un derecho humano, y un derecho humano no puede esperar”, afirmó. Sanima, parte de una red global, ha sido reconocida por ofrecer una solución segura y viable en contextos donde las redes convencionales no llegan.

Finalmente, el testimonio de Orielee Chiquillo, usuaria de Sanima, dio cierre con un potente mensaje: “Sanima nos ha cambiado la vida. Nos dio una calidad de vida mejor y permitió que mi hijo con autismo pudiera usar un baño seguro. Es una bendición que esta solución haya llegado a nuestras vidas”.