El pasado martes 2 de septiembre, la Facultad de Gestión y Alta Dirección se reunió en el Auditorio de Humanidades para rendir homenaje al querido profesor Hugo Wiener, quien nos dejó hace unas semanas. El evento congregó a estudiantes, egresados, docentes, colegas y familiares, quienes recordaron su trayectoria académica, su vocación docente y el legado humano que dejó en la comunidad universitaria.

La ceremonia se inició con un video preparado por los alumnos, en el que se resaltó la huella que Wiener dejó en el aula: “En cada sesión se preocupaba porque aprendiéramos de una manera muy dinámica. Además de conocimientos, siempre nos compartía lecciones de vida que perduran a lo largo del tiempo”

Exalumnos y tesistas también compartieron sus recuerdos. “En sus clases no solo transmitía conocimientos, sino entusiasmo y compromiso. Hoy, sus alumnos lo recordamos como alguien que nos enseñó que la dedicación y la alegría también son formas de educar”, destacó Indira Herrera. Remy Lázaro, otro de sus tesistas, lo describió como “exigente pero cercano, alguien que podía aconsejarte como un padre o un abuelo”.

Desde el ámbito académico, sus colegas subrayaron la impronta que Wiener dejó en la Facultad. Neride Sotomarino, jefe (a.i.) del Departamento de Ciencias de la Gestión, lo describió como una persona que siempre aportaba valor con sus opiniones: “Escucharlo era valioso, no solo por lo que decía, sino por cómo lo decía: sin adornos, sin protagonismo, con una fuerza tranquila de quien sabe de lo que habla. Era de esas personas que no necesitan hacerse notar para dejar una marca«.

Hoy al recordarlo sentimos que su presencia sigue entre nosotros, en las ideas que discutimos, en los cursos que enseñamos y en la forma en que entendemos y vivimos la docencia. Gracias, Hugo, por tu generosidad, por tu inteligencia y por tu forma tan propia de estar con los demás.

Neride Sotomarino, jefe (a.i.) del Departamento Académico de Ciencias de la Gestión

La familia también se sumó a los testimonios. Su hijo Leonidas resaltó que su padre fue un hombre de principios: “Nunca perdió su esencia… siempre fue recto y honesto, incluso cuando eso podía costarle el trabajo”. Su hija Lucía recordó con emoción su curiosidad inagotable y su pasión por aprender: “Mi papá era maestro, pero también fue aprendiz. Y creo que eso es parte del secreto de por qué siempre lograba conectar tanto con todos nosotros«.

Agradezco mucho que Hugo haya sido mi papá, que haya sido mi maestro, que haya sido mi amigo. Y me alegra mucho que ustedes también sientan lo mismo.

Lucía Wiener, hija de Hugo Wiener

El homenaje concluyó con las palabras de su esposa, Elena, quien compartió recuerdos de su juventud y de la vida que construyeron juntos. “Lo conocí siendo un muchacho lleno de pasión e ideas claras. Esa vehemencia nunca la perdió. Y más allá de ser maestro, Hugo fue un hombre feliz: disfrutaba de viajar, conocer lugares, ir a museos, tomar una copa de vino con los amigos”.

Siempre asumió cada etapa de su vida con entusiasmo y entrega, y creo que ese es el legado más grande que nos deja: hacer las cosas con pasión, pero también disfrutar de la vida con intensidad.

Elena Ramos, esposa de Hugo Wiener

En un ambiente íntimo, finalizó el evento, con la invitación a los asistentes a dejar en un cuaderno recuerdos y mensajes para la familia, reafirmando que el profesor Wiener permanecerá vivo en la memoria y el cariño de nuestra comunidad universitaria.

Revive el homenaje