El sábado 29 de octubre el equipo Proactibus consiguió el primer puesto en el VI Concurso de Ciencias de la Gestión. Los integrantes del grupo, Beatriz de la Cruz Crispín, Karla Espinoza Prado, Anderson Sánchez Poemape y María del Carmen Ganoza, nos comparten sus experiencias en la obtención de este logro.

El concurso constó de dos etapas, la primera, eliminatoria, fue una competencia de Simuladores de Negocios. Los cinco mejores grupos avanzaban a la final, una segunda fecha en la cual se incluía un reto propuesto por la consultora McKinsey donde cada equipo debía formar una propuesta para mejorar la educación a distancia en áreas de bajo acceso a internet en el Perú.

Para esta fase, los gestores plantearon una solución enfocada en mejorar tres aspectos de la educación básica a través de políticas públicas: los métodos de enseñanza de los profesores, la infraestructura de los colegios y la descentralización de las instituciones educativas, sobre todo en provincias. Además, Beatriz agrega: “Cuando observamos la problemática, pudimos observar que el gasto público que se brindaba a la educación del Perú era similar a casos de otros países, pero no tenía la misma eficacia. Entonces, nosotros proponemos que este gasto sea más coordinado y tenga un plan efectivo para la educación”.

María explica que los cuatro coinciden en que el mayor reto del concurso fue “gestionar las ideas y estructurarlas porque incluso si cuentas con toda la información necesaria, requieres de un orden para poder plantearlas y hacerlas factibles.”.

Sin embargo, coinciden en que el evento fue una experiencia enriquecedora, pues les permitió desarrollar su trabajo en equipo y aplicar sus conocimientos en una problemática real del Perú. “El reto McKinsey nos unió porque nosotros queremos ser un agente de cambio a partir de la gestión. Consideramos este desafío como una prueba donde logramos que cada uno comparta sus perspectivas e integrarlas para alcanzar un mismo objetivo. Entonces, este reto es un impulso para convertirnos en lo que queremos ser.”, precisa Anderson.

Los gestores también comentan que tanto conocer como confiar en las habilidades propias de cada miembro fueron factores importantes que les permitieron superar los obstáculos del concurso. “Teníamos poco tiempo para el reto McKinsey, así que cada uno se encargó de liderar una pregunta en específico. Pero, al final, confiamos en lo que escribimos, incluso conociendo solo un pequeño resumen de lo que hicimos individualmente, y decidimos asumir las consecuencias de lo que desarrollamos sean positivas o negativas. Entonces, creer en el potencial de nuestros compañeros fue primordial.”, asegura Karla.

Finalmente, los ganadores del concurso recomiendan a los estudiantes que aprovechen tanto los cursos como las actividades extracurriculares que ofrece la facultad para adquirir diversidad de conocimientos, experiencias y contactos. Y, sobre el Concurso de Ciencias de la Gestión específicamente, Karla resalta que “no le tengan miedo a fracasar. Es una gran experiencia así uno gane o no, porque permite tanto conocer a la empresa con la que la facultad planea la última fase como que uno se siga desarrollando como profesional en un equipo. Es mejor fracasar en el intento a nunca haber tomado el riesgo.”.

Beatriz de la Cruz Crispín, Karla Espinoza Prado, Anderson Sánchez Poemape y María del Carmen Ganoza son estudiantes de octavo ciclo de gestión con mención empresarial. Además, Anderson Sánchez actualmente es practicante del área de Finanzas en PwC Perú.