Tres estudiantes provenientes de distintas regiones y países vivieron una experiencia académica y personal enriquecedora en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), gracias al programa de movilidad de la Red Peruana de Universidades (RPU) y a convenios internacionales. Camila Alcalde, de Brasil; Briccet Mayhua, de Cusco; y Luzmila Mamani, de Tacna, realizaron un semestre académico en la Facultad de Gestión y Alta Dirección y en otras facultades, donde descubrieron nuevas formas de aprender, crecer y proyectar su desarrollo profesional.

Para Camila, estudiante de Administración de Empresas en la Universidad Estadual de Campinas (UNICAMP), llegar a Lima significó un reencuentro con sus raíces peruanas y el acceso a una formación que superó sus expectativas. “El hecho de que la PUCP fuera la mejor universidad del Perú me llamó mucho la atención. Además, quería mejorar mi español y vivir una experiencia internacional distinta”, señaló. Desde el primer día, destacó la apertura y disposición de sus compañeros para integrarla a actividades académicas y culturales.

Briccet, estudiante de Ciencias Administrativas en la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco (UNSAAC), llegó con el objetivo de ampliar su visión académica y cultural. Participó activamente en actividades universitarias como las Interfacultades y la barra de Gestión. Su experiencia académica incluyó cursos de alta exigencia, como Gestión de Proyectos, Plan de Negocios y Plan de Marketing, en los que resaltó la dedicación y acompañamiento de los docentes: “No eran cursos fáciles, pero los profesores siempre estaban presentes. Las clases eran dinámicas, aplicaban los contenidos a la vida diaria, usaban recursos actuales y hacían que todo sea más llevadero”.

Por su parte, Luzmila, estudiante de Ciencias Administrativas en la Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann de Tacna, recordó con especial entusiasmo su primera impresión del campus universitario y la cordialidad de la comunidad estudiantil. Resaltó las metodologías participativas aplicadas en las clases, así como el trabajo en equipo y los espacios de reflexión promovidos por los docentes. “Los profesores siempre resolvían nuestras dudas. Me encantó la metodología, sobre todo del profesor Jorge Martínez, quien al final de cada clase nos pedía que digamos qué aprendimos”, recuerda.

Las tres estudiantes coincidieron en que la vida universitaria en la PUCP trasciende el ámbito académico. Camila aprovechó la amplia oferta extracurricular, participando en talleres de cocina y tejido, así como en actividades deportivas, oportunidades que según indicó no se encuentran en su universidad de origen. Briccet resaltó el sólido sentido de pertenencia que caracteriza a la comunidad universitaria, mientras que Luzmila subrayó la importancia que la PUCP otorga al bienestar integral y a la salud emocional de sus estudiantes.

Si bien la adaptación a un nuevo entorno, la distancia de sus hogares y el ritmo académico representaron retos iniciales, estas experiencias se convirtieron en oportunidades para fortalecer la autonomía, la resiliencia y las redes de apoyo. “Aquí van a encontrar lo mejor: un campus hermoso, enseñanza de calidad, docentes atentos y personas dispuestas a ayudarte”, afirmó Luzmila.

Al concluir el semestre, las tres manifestaron que la PUCP les brindó mucho más que conocimientos: les ofreció comunidad, confianza y proyección profesional. “Me llevo una experiencia increíble. Aprendí, crecí y me sentí parte de algo grande”, expresó Briccet.