Las egresadas Johana Cristina Amoros Rebaza y Claudia Silvana Romero Zumaeta, quienes el 7 de setiembre se licenciaron como gestoras, obtuvieron una nota sobresaliente por su tesis “Impacto de la adición de atributos ecológicos en la disposición de pago de las compradoras limeñas del sector de cosméticos e higiene personal”. El jurado que se encargó de esta decisión estuvo conformado por las docentes Marta Lucia Tostes Vieira (Presidenta), Milos Richard Lau Barba (Asesor) y Maria de Fatima Ponce Regalado (Tercer Jurado).

Debido a que el champú es un producto de consumo masivo, las gestoras lo eligieron como objeto de estudio, y se propusieron averiguar cómo la inclusión de atributos ecológicos en él, impacta en la disposición de pago de las compradoras limeñas, ya que se percataron de que había una tendencia a lo natural y orgánico. “El hecho de que cada vez más el no usar animales para experimentaciones, usar botellas recicladas, que el producto no contenga químicos y sea sin sal, son cosas que los consumidores comienzan a tomar en consideración. Sin embargo, estos productos poseen un mayor costo. La idea era evaluar hasta cuánto más estaban dispuestas a pagar las compradoras”, reflexiona Johana.

Las egresadas descubrieron que, contrario a lo que pensaban inicialmente, tanto las encuestadas más jóvenes como las mayores, mostraban una sensibilidad por lo ecológico al momento de evaluar un producto. Sin embargo, el margen que las compradoras estaban dispuestas a pagar de más por un champú con esas características no era muy alto. “Básicamente, te podían pagar algo más, pero no te iban a pagar el doble”, señala Claudia.

El jurado destacó que tanto el tema como la metodología utilizada eran originales. “Lo que generalmente se hace son estudios de caso. Agarras una empresa y evalúas qué modelo aplica o no y le das recomendaciones. En nuestro caso era básicamente un pre experimento”, explica Claudia.

Entre los retos más grandes que las egresadas señalan se encuentra el contexto de pandemia en el cual iniciaron el proyecto. “Era complicado por el internet, todo era virtual, estábamos alejadas, en distintas ciudades. Fue difícil en un inicio. Ya en el siguiente curso de Seminario decidimos que nos reuniríamos presencialmente porque nos funcionaba mucho mejor así”, recuerda Johana. Asimismo, decidir salir a las calles para el levantamiento de la información fue también algo retador pero profundamente satisfactorio al ver los buenos resultados.

Su asesor fue el profesor Milos Lau, quien las guió en la metodología cuantitativa utilizada en la tesis y les dio constante retroalimentación durante todo el proceso. “Cuando nosotras mismas pensábamos que ya no podíamos más o que todo estaba mal, él nos alentaba y decía que lo estábamos haciendo bien y que sigamos avanzando, hasta el final, hasta licenciarnos. Fue un gran apoyo, tanto a nivel académico como motivacional”, afirma Johana.

Nuestras egresadas aconsejan a los actuales y futuros tesistas tener mucha constancia y perseverancia durante el proceso. “Nos hemos juntado fines de semana enteros y sacrificando muchas cosas para poder acabar los avances. Hacer una investigación involucra mucho tiempo y disciplina porque hay momentos en que te cansas. Por eso el mayor aprendizaje que me llevo es la constancia y la perseverancia. Es importante identificar oportunidades de mejora y con los recursos que tengas intentar salir adelante. Es lo que nosotras hicimos”, sostiene Claudia.

Por su parte, Johana aconseja a los estudiantes tener mucha paciencia y comprensión hacia sí mismos. “Confiar en el proceso es fundamental para no desistir en el camino y no frustrarse y para darte cuenta que es normal que tu tesis evolucione en el tiempo a medida que leas e investigues más”, nos cuenta

La comunicación y organización entre las integrantes también fueron subrayadas por las egresadas como un factor muy relevante para que la tesis fuera exitosa. “Nosotras nos apoyamos mucho mutuamente. Si una no podía un día o estaba full por las prácticas, la otra avanzaba más durante ese tiempo, y viceversa”, sostiene Claudia.

Johana Amoros y Claudia Romero son ahora licenciadas en Gestión con mención empresarial. Johana trabaja en La Calera y Claudia en el BBVA.