05/04/2020
Estimada comunidad de Estudios Generales Letras,
Hemos terminado la semana de inducción con el esfuerzo de todos, docentes y estudiantes y ha salido bien. Hemos tenido una alta participación en foros, se ha probado y ajustado el Zoom, nos hemos conocido y reconocido. Mañana empezamos la primera semana de clases. Por ello, les queremos presentar algunas consideraciones, producto de la experiencia de los días previos, para que, desde la enseñanza y desde el aprendizaje, demos inicio a un nuevo semestre académico, nuevo en muchos sentidos.
La educación a distancia implica una lógica distinta de enseñanza-aprendizaje. Por ello, quisiéramos insistir, como recomendación, en disponernos a construir un entorno mayormente asincrónico. Entendemos, y hemos podido comprobar, que hay muchas variables que dificultan un entorno sincrónico: variabilidad en la estabilidad de la red, debilidades en la conexión, diferencias en el soporte de medios (pues no todos pueden estar bien conectados a la hora pactada de clase). En ese sentido, recomendamos dosificar el uso sincrónico del Zoom o de cualquier otro recurso de conferencia en línea (Google Meet, Hangout, entre otros), y sugerimos que las actividades sincrónicas se realicen en segmentos cortos de tiempo, y cumplan la función de asesorías y espacios de conversación para resolver dudas puntuales, siempre en los horarios ya pactados de clase (nunca fuera de ellos y tampoco en feriados).
Recordemos que la educación a distancia implica una secuencia muy estructurada de contenidos, actividades, aprendizajes. Desde esa perspectiva, el margen para la improvisación, para no preparar una clase, para no cumplir con las actividades de la semana, es muy pequeño. Sabemos que nuestros docentes han venido trabajando con mucho ahínco y compromiso en este punto, y lo agradecemos.
Si bien las interacciones físicas entre nosotros no serán posibles por un tiempo, el aprendizaje en un entorno virtual debe mantenerse colaborativo. Los foros, chats y trabajos en pequeños grupos permiten que el aprendizaje colaborativo se mantenga con vida. La plataforma que empleamos es como un paisaje con muchos recodos que cada estudiante podrá visitar y volver a visitar todas las veces que lo considere necesario. Después de la incertidumbre inicial, de los miedos y suspicacias que genera una emergencia como la que vivimos, quizás sea tiempo de ver lo nuevo y atractivo que nos puede ofrecer esta experiencia de enseñanza y aprendizaje en línea.
Quisiera insistir en la importancia de los vínculos. Por un lado, en un entorno de educación a distancia, la comunicación constante es fundamental, y vale para los dos lados, para estudiantes y para profesores: participación en foros, mensajes, palabras de aliento, de valoración, preguntas, dudas; destacar logros, cuestionar contenidos. Por el otro, es también importante reconocer nuestros límites. Seamos muy claros y francos: estamos ahora y por un tiempo habitando una comunidad virtual, la cual no está exenta de reproducir y ejercer relaciones de poder y distintas formas de violencia que tenemos que combatir para asegurar una adecuada y sana convivencia entre toda la comunidad. Enseñemos y aprendamos cuidándonos, en todo sentido.
Finalmente, se ha comentado mucho acerca del valor de la educación a distancia y se seguirá debatiendo. La verdad es que no hemos tenido otra opción para seguir cumpliendo muchos y válidos planes de vida: enseñar, trabajar, aprender, cumplir, seguir, egresar. También es verdad, como ya nos hemos percatado, que un curso virtual exige mucho tiempo. Les agradecemos por valorar lo que tenemos, y trabajemos lo mejor posible para enseñar y aprender.
Mis mejores deseos en este inicio de semestre.
Julio del Valle
Decano