10/10/2022

EN MEMORIA DEL DOCENTE ROBERTO CRIADO

Estudios Generales Letras lamenta el sensible fallecimiento del Dr. Roberto Criado Alzamora, quien fue decano de EEGGLL y docente de nuestra casa de estudios por varias décadas.

Desde la Facultad de Estudios Generales Letras le rendimos un reconocido y agradecido homenaje a Roberto Criado Alzamora, doctor en medicina por la Universidad de Freiburg (ciudad a la que él amaba), profesor principal de nuestra casa de Estudios, Decano de las Facultades de Letras y Ciencias Humanas y de Estudios Generales Letras.

Psiquiatra orientado hacia la fenomenología humanista y discípulo de Honorio Delgado, Roberto pertenecía a aquella tradición médica que aún no se había rendido a la especialización exclusivamente técnica. Fue el primer Jefe de lo que entonces se llamaba la Oficina de Servicios Psicopedagógicos (la actual Oficina de Bienestar Psicológico), y de eso hace 56 años.

Como profesor y Decano fue una persona generosa, cálida y que mostraba una preocupación genuina por los estudiantes: uno sabía que cuando te escuchaba él estaba plenamente contigo en ese momento. Era un amante del arte y la literatura, con una mente y una sensibilidad curiosa. Quienes lo llegamos a conocer sabemos lo comprometido que estaba por fomentar las diversas manifestaciones culturales, porque sabemos que creía con convicción que desde ellas se forja un mejor ser humano, más sutil, fino y creativo.

Roberto Criado falleció el sábado 8, rodeado de sus familiares. Descansa en paz, querido Roberto, maestro y amigo.

Julio del Valle, Decano de EEGGLL

Palabras de Joseph Dager, Dr. en Historia y docente EEGGLL

Roberto Criado Alzamora fue un maestro a carta cabal. Psiquiatra de formación, también estudió Psicología. Fue, tal vez, ese conocer el alma humana y también la fisiología y bioquímica de los cuerpos, lo que lo hizo tan cercano a los alumnos universitarios, esos adolescentes tardíos con tantas cuestiones existenciales por conversar. Su oficina siempre estuvo abierta para escucharnos, como dilecto discípulo que fue de Honorio Delgado.

Fue un humanista como de los que ya no hay. Si bien nuestra universidad dicta cátedra respecto de la importancia de las humanidades en la formación, Roberto, en los cargos que ocupó, siempre destacó por el lugar que les asignó, y no sólo en la presencia dentro del currículo, sino especialmente en las actividades fuera del aula. El fomentar la literatura, las artes, las ciencias sociales; los concursos organizados, las publicaciones editadas dan cuenta de su visión integral de la universidad. La recomendación de libros, de asistir a exposiciones, de no perderse una obra de teatro o película de cine, nos dibuja a un profesor que motivaba el cultivo del espíritu y la formación extracurricular.

Decano de dos de nuestras facultades, muy recordado jefe del servicio psicopedagógico, integrante de la Asamblea universitaria y del Consejo universitario, ayudó a construir nuestra universidad, institución aún muy joven cuando él se sumó a ella. Días tristes éstos por su partida terrenal, pero también ocasión para agradecer su vida y la impronta de su obra entre nosotros. Convencido de la relevancia de la institución universitaria, era igualmente plenamente consciente del papel principal que debía cumplir la PUCP en nuestra sociedad. Cedámosle la palabra:

«La universidad es una institución encaminada a formar personas con principios, responsabilidades, vocación por la investigación, pero debe igualmente promover la responsabilidad por el entorno social, particularmente frente a una sociedad tan compleja como la nuestra, en la que abundan los problemas vinculados con las carencias, tanto económicas, principistas, éticas, culturales, etc.»