12/07/2021
Entrevista a Clara López de Murillo sobre la mujer y la educación en Perú
Por: Mary Vargas y Karen Arévalo
Hace no menos de 2 años que nosotras (Mary y Karen) terminamos nuestra educación secundaria en Ucayali, el otro día recordábamos las razones por las que empezamos a involucrarnos e informarnos sobre las cuestiones de género y su relación con la educación. Por cierto, ambas venimos de una generación de padres y tíos maestros, así que el lector ya debe suponer de donde surgió nuestro interés.
Por otro lado, este año decidimos seguir involucrándonos en este tema que nos apasiona y es así como llegamos hasta Tarpuy Warmi (o quizás ellos a nosotras) y conocimos a Clara y su historia, y hemos dedicado esta entrevista y estás líneas para hablar sobre «educación y género en el Perú» y algunas verdades incómodas que a veces es necesario oír, aún más ad portas del Bicentenario.
¿Quién es Clara Murillo y qué es Tarpuy Warmi?
Clara López es Administradora de profesión y diseñadora de modas de vocación. Nacida y crecida en Moyobamba-San Martín, emigró a los 16 años a Lima en busca de oportunidades en los estudios superiores. En este contexto, empieza a reflexionar sobre las brechas de calidad educativa «yo venía de un colegio nacional de la provincia y a mi costado mis compañeras venían, por ejemplo de colegios privados de Lima, entonces yo sentía la diferencia entre mi formación y la formación de ellas, las diferencias de oportunidades en cuanto a la educación». Clara formó su familia en base a la empatía y al respeto por sus raíces, es así que Dafne, su hija, termina fundando la ONG Tarpuy Warmi (Sembrando Mujeres en Quechua), «ella (Dafne) en uno de los viajes, pudo ver la diferencia de lo que ella vivía frente a lo que vivían las niñas de las zonas rurales, es así que nace Tarpuy Warmi». Tarpuy Warmi nace de una realidad frecuente en nuestro país, y es que la educación de calidad suele estar reservada para los sectores más privilegiados; sin embargo, personas como Dafne y Claudia reconocen la importancia de diversificar la propuesta educativa y brindar apoyo de alguna manera.
¿Por qué es importante y cuál es el beneficio de centrarnos en la educación de las mujeres?
Clara le hace frente a esta interrogante presentando la realidad de las niñas y adolescentes del colegio La Orquídea en el cual Tarpuy Warmi se enfoca. «Las chicas que vienen al colegio en los casos más extremos viven como a doce horas, ellas tienen hermanos que también están a esa distancia; sin embargo, sus padres les han conseguido una moto, ya no tienen que caminar tanto o montar a caballo, para ellos es mucho más fácil». Además, añade que «en el caso de los hombres, los padres de las zonas rurales, están convencidos que tienen que ir al colegio, en cambio en el caso de las mujeres, hay que convencerlos». Esto evidencia la importancia de generar conciencia en las familias, para que sean la base que le otorgue confianza y seguridad a cada niña del país. Este reto fue tomado. Clara nos comenta que al inicio del proyecto «se matriculaban en el primer año 20 y se graduaban 2 [alumnas], en el camino iban desertando por embarazos, noviazgos, convivencias y los padres pensaban que no era importante que estudien y que las necesitaban en su casa. A raíz de habernos reunido con los padres, la demanda aumentó, hasta el 2019 habíamos pasado de 35 alumnas a 130 matriculadas». El impacto que viene teniendo Tarpuy Warmi es incuestionable. El sueño de muchas mujeres es la reducción de brechas de género y, Clara y la organización, lo están logrando. Finalmente, nos menciona «destacamos que la educación es primordial para que las mujeres puedan alcanzar la igualdad de género y convertirse en agentes de cambio. Al mismo tiempo, las mujeres educadas benefician a las sociedades enteras. Contribuyen de modo sustancial a las economías prósperas y a mejorar la salud, la nutrición y la educación de sus familias».
¿Cómo ha impactado la pandemia en la labor de Tarpuy Warmi?
La crisis sanitaria frenó muchos proyectos y Tarpuy Warmi no fue la excepción, Clara nos comenta sobre 3 problemas principales.
Reflexiones finales: ¿Qué le espera a la educación femenina en el futuro? ¿Cómo describiría al Perú ideal en 20 años?
Sin duda alguna, la educación actual en el Perú se ha visto mermada debido a la pandemia, asimismo, aun deben proporcionarse nuevas ideas y métodos que garanticen la educación a nivel nacional y no solo en la capital del país sino también, en las zonas rurales con énfasis en la educación femenina. Coincidimos cuando Clara refiere que «Uno de los principales problemas que tenemos como país es que estamos divididos: Los de Lima y el resto. Entonces, me encantaría que “el resto” también sea considerado igual que los de Lima». En miras al cumplimiento de este objetivo, mediante Tarpuy Warmi se quiere «replicar este proyecto en todos los Centros de Formación Rural en Alternancia y poder llegar a muchas más jóvenes, y a muchas más comunidades un poco olvidadas históricamente».
Un objetivo que, consideramos, todos y todas deberíamos tener en cuenta y colaborar desde nuestros espacios para un Perú futuro que perfectamente lo describió Clara «me gustaría que el clasicismo y el racismo prácticamente se hayan erradicado y que simplemente todos seamos peruanos». Para esto, cada pequeña acción cuenta, organizaciones como Tarpuy Warmi nacieron como pequeños proyectos y hoy ya han logrado cambiar vidas enteras. Finalmente añade que «así ayudes solo a una mujer, eso va a cambiar muchas generaciones. Los hijos de esa mujer van a tener otra perspectiva. Van a educarse, saber qué es equidad de género y estoy segura de que van a salir a delante y van a salir de su círculo de pobreza porque la educación es el principal arma para esto». Ad portas del bicentenario, Clara nos enseña sobre la lucha de las mujeres para con otras mujeres, reforzando así el pacto de sororidad, incitándonos al reconocimiento de nuestros privilegios y convenciéndonos que el futuro del Perú, también puede ser soñado y escrito por nosotras.
Principal orgullo
Clara nos demostró la importancia de humanizar estos proyectos, a comprender que quienes son ayudadas no se reducen a simples cifras. Prueba de ello es el testimonio de Shakelyn Zarate, ex-alumna de La Orquídea, «en 2019 la alumna de segundo grado, el primer puesto, a ha ingresado al COAR de San Martín, esta haciendo su Bachillerato Internacional, tiene una hermanita en primero de media que quiere seguir sus pasos». Esto es la mejor prueba del impacto positivo en el entorno familiar de las niñas, cada logro se transforma en incentivo. Sumado a esto, el pilar de empoderamiento ha dado tal fruto que cuando se le preguntó a la alumna sobre su futuro dijo «que quiere estudiar derecho en el Católica y hacer una maestría en Yale». Como alumnas de la PUCP, nos enorgullece que nuestra casa de estudios sea el sueño de muchas niñas, y queremos recalcar lo afortunada que es la institución por poder recibir talentos como Shakelyn. Clara añade que si bien «estadísticamente es una (alumna), antes no había nadie, ni se les ocurría pensar en eso, entonces ese es un logro increíble» Concordamos totalmente, cada alumna implica vidas y futuros enteros encaminados, implica un Perú mejor.
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Esta entrevista fue realizada en el marco del proyecto Voces del Bicentenario, coordinado y producido por la Oficina de Promoción Social y Actividades Culturales de Letras (Oprosac)
Fuente de las fotos: https://www.tarpuywarmi.org/