06/09/2021

ENTREVISTA A FABIÁN NOVAK: LOS PERUANOS QUE NECESITAMOS SER

 

El abogado Fabián Novak nos comenta sobre el Derecho Internacional, la Constitución de 1993 y el Bicentenario.

Fabián Novak es abogado, Máster en Derecho Internacional Económico y Doctor en Derecho por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Es Profesor principal de la Facultad de Derecho de la PUCP, en la especialidad de Derecho Internacional Público. Director del Instituto de Estudios Internacionales (IDEI) de la PUCP. Fue también Viceministro del Ministerio de Defensa del Perú (2006 – 2008).  Presidente del Comité Jurídico Interamericano de la OEA. Y, Asociado del Institut de Droit International. 

  • Quisiéramos empezar por conocer cómo es que elige la carrera de Derecho y luego, especializarse en el Derecho internacional? En relación a lo último, ¿Podría comentarnos un poco sobre el IDEI? 

Cuando yo me encontraba en los últimos años de colegio cambié varias veces de postura. Yo era muy estudioso y me interesaban las ciencias y las letras, eso en vez de aclarar mi panorama lo hizo más confuso. En un principio creí que estudiaría ingeniería; luego, creí que estudiaría medicina y finalmente, me decidí por Derecho. No me arrepiento, me gusta el Derecho en general. Así, conforme avanzaba mi carrera me interesó el Derecho Internacional Público, pero mi tesis de bachillerato fue el Derecho Civil, en particular el Derecho Contractual. Ya en los últimos años cuando llevé el curso de Derecho Internacional Público es que me interesó más que el Derecho Civil. Todo empezó cuando postulé a un puesto de jefe de prácticas de Derecho Internacional y ahí empezó mi carrera, la cual la desarrollo con mucha pasión. 

El IDEI es una unidad académica de la PUCP que está dedicada íntegramente a promover la investigación, y promover la publicación y actividades de difusión en toda el área internacional. Esto comprende política internacional, incluyendo también política económica internacional, política comercial, Derecho Internacional y todo lo que tiene que ver con lo internacional, incluyendo los temas de seguridad. Esto se realiza hace más de 30 años y según datos del vicerrectorado de investigación, somos la unidad académica que más investiga en la universidad y la que más pública. Así, algo que venimos haciendo en los últimos años es incorporar un mayor nivel de exigencia tanto en nuestras investigaciones como en nuestras publicaciones del instituto. Las investigaciones tienen un mayor nivel de rigor, ya que tratamos de introducir a los alumnos de las áreas afines como Derecho o Ciencias Políticas para involucrarse en la investigación de asuntos internacionales.

  • En los grandes escándalos de corrupción, ciertamente siempre está involucrado un abogado ¿Podríamos decir que el Derecho es corruptible? ¿Qué se debería hacer frente a este gran problema de la corrupción?

En general, yo creo que la corrupción atraviesa diferentes espacios, diferentes profesiones y diferentes oficios. La corrupción la vemos en la medicina, por ejemplo, con las camas UCI. Yo creo que la corrupción se presenta en todas las áreas y no creo, en lo personal, que sea exclusivo del Derecho. En la lucha contra la corrupción, creo yo que depende mucho de los conductores de los ministerios y de los organismos públicos, pero también de las entidades privadas para no permitir ningún acto de y para la corrupción. Considero que es fundamental la determinación, la convicción y sobre todo el compromiso porque tratándose, sobre todo, de bienes públicos es importante que se cuiden esos.

Se debe tener presente que la corrupción no es exclusiva de una ideología, o de derechas o de izquierdas, en todos los regímenes podemos encontrarla, obviamente mucho más en regímenes autoritarios o totalitarios porque en dictaduras como la cubana o la venezolana es imposible que haya mecanismos de control o fiscalización y por tanto, los niveles de corrupción son 10 veces mayores que el de cualquier otra democracia, pues la corrupción está incluso en gobiernos democráticos. Hoy en día, hay iniciativas a nivel de la OEA y a través de las Naciones Unidas promovidas por Perú, que promovió una asamblea especializada en materia de corrupción. Se planteó precisamente a partir de un análisis de su propia realidad. ¿Qué hacer? son muchas las cosas que hay que hacer. Un factor son los jóvenes y siempre en cada generación nos dicen que nosotros seremos los encargados de cambiar. En realidad, están en todos, no es un tema de edades, está en el buen comportamiento personal. Yo no creo que esto sea exclusivo de los jóvenes, el hecho que yo tenga 50 años no me exonera de la obligación de no ser corrupto, por tanto, no es un tema de edades, sino de educación, formación y valores.

  • ¿Usted alguna vez presenció actos de corrupción?

A lo largo de mi desempeño profesional no me ha tocado presenciar actos tan desagradables como actos de corrupción. Esto tiene que ver con la vida en que me desarrollo y es algo que a veces los chicos no entienden, ya que están acostumbrados a ver colusión en el Ministerio Público o la corrupción en el Poder Judicial y más. Pero esto a nivel de los tribunales arbitrales internacionales o tribunales judiciales internacionales no se parece en nada. El nivel de exigencia en los tribunales hace que difícilmente se pueda presenciar casos de corrupción. Ahora bien, durante mi estancia como viceministro de defensa nos propusimos llevar a cabo un proceso de reorganización institucional, de fortalecimiento de las instituciones, de las fuerzas armadas y también de lucha contra la corrupción. En ese sentido, tomamos varias medidas. No solamente abaratar costos, sino también para eliminar posibilidades de corrupción; centralizar las compras de manera que se pueda efectuar una mejor labor; pasar a retiro a diversos oficiales de las fuerzas armadas que estuviesen implicados en actos de corrupción.

  • Se ha reconocido que la Constitución de 1993 ha posibilitado el crecimiento económico. Sin embargo, la pandemia ha lucido las grandes falencias de nuestra Carta Magna respecto a los derechos fundamentales como el derecho a la educación o el derecho a la salud. ¿Qué opina usted sobre esto?

Considero que la Constitución no tiene que ver con las falencias que pudo haber en la reforma del Estado. Yo creo que la Constitución del 93 y, sobre todo, su régimen económico tuvo una acción fundamental, no solo para un crecimiento sostenido de la economía peruana de los años 90 hasta la fecha, sino también para la reducción de la pobreza en el Perú. Las cifras hablan por sí solas, más del 20-23% de personas han dejado de ser pobres en el Perú gracias al modelo económico que se estableció a partir de aquel momento en adelante. Sin embargo, eso no quiere decir que no haya habido una falta por parte de los gobiernos de turno en llevar adelante lo que se conoce como las reformas de primera, segunda y tercera generación. Como se dijo, la pandemia ha desnudado la falencia que hay en estos dos campos -el de salud y educación-, pero esto no es un problema constitucional, el cual se soluciona modificando o cambiando la constitución, sino que se resuelve tomando decisiones de gobierno, llevando a cabo las reformas que hay que desarrollar para reducir el aparato burocrático, reducir la burocracia estatal y los gastos innecesarios del estado, y concentrarnos más bien en aquellas prioridades del Estado.  Lo que creo yo más bien es que lo que se hace lo que hace falta es la profundización del modelo más que cambiarlo.

  • Con respecto a esto último, una de las propuestas más fuertes del actual gobierno es el cambio de constitución ¿Qué opina sobre esto? ¿Realmente un cambio de constitución podría cambiar nuestro presente?  

 Estas posturas de cambiar la constitución son bastante simplistas, implican un desconocimiento del manejo del aparato público y del aparato del estado. Cualquier persona que haya tenido acceso al aparato público sabe perfectamente, y más los abogados, que la realidad no va a cambiar modificando la norma. El cambio de constitución aún no va a resolver los problemas de los más pobres en el Perú, y no va a resolver los problemas de una falta de educación y una falta de salud. No tiene que ver con aspectos normativos. El problema es de ejecución, de falta de compromiso. Un problema de la altísima corrupción. Si la gran cantidad de dinero que se ha desviado en todos los gobiernos incluyendo al último de Martín Vizcarra en relación al despilfarro y al uso de los recursos públicos para enriquecer el crecimiento personal, hubiera sido destinado a la salud y la educación no estaríamos con estos grados paupérrimos de educación y salud pública que se han visto evidenciados con la pandemia.

  • La reivindicación de los derechos de las comunidades campesinas y nativas es un tema importante y ciertamente toca en este último proceso electoral ¿Está de acuerdo usted con que las comunidades campesinas necesitan una mayor presencia en nuestra norma? 

Completamente de acuerdo, es absolutamente justo que las comunidades campesinas y nativas cuenten con una regulación no solamente interna a nivel constitucional y legal, sino también internacional. Ahí están los convenios OIT y las normas de derechos humanos que protegen precisamente estas comunidades. Asimismo, la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos es bastante amplia, la interpretación de los derechos de estas comunidades, y su carácter particular, la necesidad de una protección especial. La legislación internacional protege diversos derechos, entre ellos el derecho de consulta, de propiedad individual y colectiva, protege también sus costumbres. 

Entonces, desde mi punto de vista como internacionalista, creo que la protección de estas comunidades no chocan en modo alguno, como se plantea, con los esquemas de un desarrollo económico liberal. Considero que son perfectamente compatibles, y no hay una incompatibilidad entre los derechos de estas comunidades y un desarrollo económico de libre mercado. Los derechos de estas comunidades están protegidos internacionalmente.

  • En un mundo interconectado, el internet se vuelve una necesidad ¿Qué opina usted sobre que esta necesidad sea convertida en un derecho?

Definitivamente es un tema que exige una regulación nacional e internacional. Estamos ante lo que llamamos la cuarta revolución tecnológica, la cuarta revolución industrial. Digamos que la ciencia, la innovación y la tecnología ha caminado mucho más rápido que el Derecho. Lo que genera esto es que haya una serie de espacios no regulados, no solamente por derechos nacionales, sino también por el Derecho Internacional. No hay consenso entre los países de cómo afrontar estos temas que son muy importantes. Los recursos informáticos como podría ser el internet son tremendamente importantes, por ejemplo, para la democracia, todo lo que tiene que ver con la ciberseguridad, el ciberterrorismo, estos últimos tienen una ausencia de regulación. Podríamos tardar varios minutos en mi respuesta y ver las diferentes aristas en la que estos sistemas de comunicación y sistemas virtuales requieren de regulación, pero lamentablemente como digo esto ha avanzado tremendamente rápido y mucho más rápido que el Derecho. En ese sentido lo que se impone hoy en día es una coordinación por parte de los países para efectos de buscar y alcanzar consensos mínimos y regulaciones mínimas sobre estas materias, que eviten el bajo uso de estos sistemas y que permitan su aprovechamiento en pro de los estados y en los márgenes del Derecho.

  • Uno de los temas que rodea al actual gobierno es su mirada internacional, es decir, se vocea que será un gobierno de izquierda. En ese sentido, ¿Cuáles son las perspectivas a corto y a largo plazo del Perú a nivel internacional ?

Lo importante es entender que actualmente, en el siglo 21 estamos en un contexto internacional completamente diferente al que tuvimos en el siglo 20. Hoy en día estamos ante un nuevo orden internacional en el que claramente hay 2 superpotencias: Estados Unidos y debajo de éste, China. Luego, existe una serie de potencias también relevantes, alguna de ellas regionales, como es el caso de Rusia, como es el caso de la Unión Europea como bloque, como es el caso de Alemania, es el caso de Japón, de la India, etc. que hacen que la estructura del orden mundial hoy sea muy diferente a la del siglo 20. Es por otro lado, un mundo que va a enfrentar una absoluta revolución tecnológica. En ese sentido, el Perú tiene que alcanzar esa cuarta revolución, no puede quedarse atrás. Pero no sólo eso,  también tenemos que apuntar al fortalecimiento  del multilateralismo que está en crisis, el fortalecimiento de la democracia representativa que está en crisis en la región y en el mundo, apostar por el libre mercado que tanto éxito y tanto créditos ha dado a todos los países que han implementado este esquema. Por tanto, si el nuevo gobierno no se da cuenta que tiene que ser un estado moderno, eficiente, un estado interconectado e interdependiente, apuntando a países y regiones estratégicas del mundo vamos a perder el tren histórico, lo que sería trágico en el cumplimiento del bicentenario. 

  • Hemos llegado al Bicentenario ¿Qué opinión le genera nuestra llegada al Bicentenario? ¿Cuál sería el reto más difícil de superar? 

Yo creo que estamos ante una fecha histórica para cualquier Estado en el sentido de que hemos cumplido 200 años como República. Creo que lo que se impone en este momento es evaluar lo que Perú ha conseguido en estos 200 años en los diferentes ámbitos:  en el plano cultural, el plano de la salud, la educación, la política exterior, de nuestra política económica. Ver en qué hemos fallado, en qué hemos acertado a efectos de hacer las correcciones a futuro. Creo que en general, tenemos que estar orgullosos de muchas cosas que hemos logrado como país. En 200 años, el Perú ha logrado derrotar a una serie de males que creíamos invencibles. La historia demuestra que el peruano ha podido superar obstáculos que se hubieran podido considerar en su momento imposibles de lograr. El Perú logró superar la Guerra del Pacífico que fue devastadora para la historia y lo que en ese entonces era el futuro de la República. El Perú ha logrado derrotar a la delincuencia terrorista, diversas crisis económicas que hemos tenido que soportar tanto por crisis internacionales como malos manejos internos. No quiere decir que debemos ser complacientes, ya que el Perú está en construcción. Somos un país que todavía tiene mucho por hacer y mucho por corregir en adelante, un país donde todavía hay mucha desigualdad, todavía hay sectores que están olvidados y que deben ser reinsertados en lo que yo llamo “el tren del desarrollo”. En ese sentido, creo que es un periodo de reflexión y de mirar hacia adelante, de fortalecer aquello que se hizo bien, corregir lo que se hizo mal, pero, sobre todo, obtener la convicción de que los peruanos podemos hacer todo si es que nos lo proponemos. 

  • ¿Qué espera de la generación del bicentenario?

Cada año puedo interactuar con diferentes jóvenes, a los cuales siempre les digo que sean personas buenas ante todo y que hagan bien a los demás, creo que eso es lo fundamental. No solo buenos consigo mismo y con sus familiares, sino con el prójimo. Es decir, en la medida en la que nos portemos bien con los demás, aunque suene cliché, seremos una sociedad mejor. Tenemos que ser solidarios, honestos, objetivos, no llevarnos por apasionamientos, no cegarnos por ideologías, tratar de ser tolerantes con el otro. Creo que en la medida que practiquemos estos y otros valores nos hacemos mejores como personas y sociedad.  Es lo más fácil ser la persona correcta, el poder dormir tranquilo en las noches, el poder mirar a la cara a tus hijos o esposa y no ver vergüenza por un pecado cometido. Estas cosas son las que hacen que el ser humano sea grande, y en esto sale mi religión católica, un digno hijo de Dios. Yo espero de los jóvenes del bicentenario lo mismo que espero de cualquier persona. 

  • Muchas gracias, profesor Novak. 

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Esta entrevista fue realizada en el marco del proyecto Voces del Bicentenario, coordinado y producido por la Oficina de Promoción Social y Actividades Culturales de Letras (Oprosac)