05/04/2024

Oprosac Recomienda por la Semana de las Memorias

Desde el voluntariado de la Oficina de Promoción Social y Actividades Culturales (Oprosac), aperturamos una nueva sección en el boletín para toda la comunidad letrada.

Esta Semana de las Memorias, podrás encontrar reseñas y recomendaciones de películas, obras de teatro, canciones y reflexiones sobre una investigación en torno al ConflictoArmado Interno.

Recomendaciones de películas

  • La última tarde (2016)
    Dos ex–guerrilleros se reencuentran para firmar su divorcio. Han pasado 19 años desde que uno de ellos abandonó al otro en circunstancias confusas. Una serie de azares los llevarán ese día a hacer un ajuste de cuentas de su historia de pareja, pero también de su pasado político. A veces, tanta desnudez es peligrosa.
  • La casa rosada (2018)
    Desarrollada en los años 80 en Ayacucho, cuenta la historia de una familia ayacuchana durante la época del terrorismo en el Perú (1980-2000). El padre de la familia, profesor universitario, es acusado de formar parte de la organización Sendero Luminoso; por esta razón es torturado en La Casa Rosada. Su familia lo buscará revelando la historia y potente carga heredada de los años de violencia en Ayacucho.

Reflexión sobre monografía:

La música más allá del sendero: Los principales cambios en el contenido político de la música tradicional ayacuchana después del Conflicto Armado Interno peruano”. Monografía escrita por Katherine Larios, como parte del curso de Investigación académica. 

Durante el Conflicto Armado Interno (CAI), la música ayacuchana se convirtió en un canal para expresar tragedias, indignaciones y protestas contra las Fuerzas Armadas y los grupos terroristas. Este artículo analiza cómo la música folklórica se transformó en un medio de discurso político y social, destacando hitos importantes como el surgimiento de Sendero Luminoso, el pico de la violencia y el desenlace sin ajusticiamiento que marcaron la evolución del discurso colectivo de las víctimas en los huaynos, pumpins y carnavales.

Las canciones políticas, como las denomina este artículo, cumplen importantes funciones para la preservación de los espacios de memoria colectiva que buscamos promover esta semana. En primer lugar, permitieron a las víctimas relatar testimonios difíciles de expresar a todos los demás peruanos, pues independientemente de los niveles socioculturales, todos podemos escuchar y entender a la música. En esa misma línea, las canciones también sirvieron como una forma de catarsis y actualmente contribuyen al constante proceso de sanación de heridas que aún llevamos colectivamente en nuestro país. 

El texto es corto y reflexivo, por lo que los invitamos a leerlo: Haz click AQUÍ

Dentro del texto podrán encontrar también ejemplos de canciones ayacuchanas que fueron marcadas con discursos políticos a manera de conmemoración de lo sucedido: 

Hijos de Accomarca

En esta interpretación de danza, música y teatro, la comparsa de Accomarca representa la masacre de Accomarca ocurrida en 1985, perpetrada por las Fuerzas Armadas. A mitad del baile (luego de la escenificación de las acribilladas) se observa cómo el juicio a los agresores fue resuelto en medio de sobornos y a costa de la justicia que se sigue reclamando hasta el día de hoy, especialmente por parte de los familiares de las víctimas.  El autor destaca cómo esta representación artística refleja la memoria transmitida a las siguientes generaciones, ya que sigue siendo interpretada en los carnavales ayacuchanos año tras año, en busca de la justicia que las víctimas y sus familiares merecen.

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Flor de Retama 

Esta canción, compuesta por Ricardo Dolorier, no fue exactamente compuesta en el periodo del Conflicto Armado Interno. Su letra conmemora a las víctimas de la matanza de los estudiantes y pobladores huamanguinos, y condena la violencia con la cual el Estado oprimió a jóvenes peruanos por defender su derecho a la educación. Esta pieza musical fue muy escuchada durante el CAI, como recordatorio del horror que podían generar las Fuerzas Armadas al pueblo, además de los grupos terroristas.

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Viva la Patria 

En este huayno ayacuchano, el compositor Carlos Falconi expone el verdadero trato de los senderistas a muchos campesinos ayacuchanos, desmintiendo totalmente la creencia del apoyo generalizado en la región al grupo terrorista. Falconi reclama a los senderistas la ironía de sus atroces acciones con los campesinos y el supuesto mensaje de patriotismo de su discurso ideológico. Ni él ni muchos otros ayacuchanos se sentirán identificados con el concepto de “patria” que aquellos terroristas tienen. 

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Recomendaciones de obras de teatro

Ruido (2006), Escrita y dirigida por Mariana de Althaus

Una mujer proveniente de un barrio de clase media queda atrapada en la casa de sus vecinos luego de que el toque de queda la azotara tras exigirle a Doña Augusta que apague la alarma que molesta a su esposo. Es ahí donde conocerá a la familia disfuncional que reside en esa casa, conformada por una madre y sus dos hijos adolescentes. La obra en sí se desarrolla en torno a esta familia como un ejemplo de lo afectada que estaba la población durante el Conflicto Armado Interno y, a su vez, la crisis económica que atravesaba el país durante el primer Gobierno de Alan García (el cual sería el contexto temporal en el que se dan los hechos). Esta comedia dramática explora, a través de los personajes, la forma en la que ellos escapaban de su aterradora realidad; ya sea a través del alcohol, la música punk o incluso fingir ser de otro planeta. Es así que De Althaus crea un mensaje no solo de conciencia sobre los efectos psicológicos que causaron ambas crisis en el país, si no que también profundiza el término de «hacerse el loco» y a menudo mirar hacia otro lado cuando el ruido del exterior azota nuestro hogar.

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Adiós Ayacucho (1990), dirección de Miguel Rubio

Esta pieza teatral está basada en el libro de Julio Ortega con el mismo nombre. El relato cuenta la historia del campesino Alfonso Cánepa, una víctima asesinada por los militares durante las épocas de violencia en la época. Este decide viajar desde Ayacucho a Lima para exigirle al Presidente de la República que le ayude a buscar las partes de su cuerpo faltante, los cuales cree, se llevaron sus verdugos hacia la capital. 

Tanto el cuento como la adaptación teatral llegan a ser conmovedoras por su directa representación de las desapariciones forzadas y la violación de los derechos humanos cometido durante el Conflicto Armado Interno por parte de la Milicia Peruana. Llama la atención el hecho de que el supuesto velorio de donde resurge el protagonista sean solo ropajes, pues es una referencia a los velorios improvisados que realizaban familiares de las víctimas que nunca encontraron ni el cuerpo de los seres queridos.

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